Y lo dice la música

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

El comandante Olimpo fue el primer comunista con mando en las guerrillas del Tolima, después de haber sido colaborados de grupos parroquiales y Maestro de Chaparral. Editor del primer periódico de los insurgentes y abandonó la lucha armada cuando se presentó la división entre los” limpios “y los “sucios” para retornar a su vida académica y convertirse en pinero de talleres literarios en el país y hacer una estación en Ibagué, como Eutiquio Leal, para formar combo cultural con Roberto Ruiz, Olga Galeano, Carlos Orlando Pardo -su mejor amigo-, Antonio Camacho y otro reducido grupo de personas que eren considerados los #loquitos de la cultura. De ese grupo salió la idea de protestar por la deshonestidad intelectual de quienes se atribuían la idea e iniciación del museo de la UT. Fue al Comandante Olimpo, Eutiquio Leal, el autor del Himno Gerrillero, cuya primera estrofa dice:

“En el turbión que estremece mi pueblo

oprimido y violado por la ley

me coloca el fusil en la mano

y me llena de una nueva fe”

A esa fe bambuquiada, sin fusil y sin sacrificio inútil de vidas de campesinos, es a la que apostamos quienes, recordando con cariño y respeto a Eutiquio Leal, defensor de sus ideas y gestor cultural, vemos que la conciliación y la paz son posibles y contribuyen al bienestar de los colombianos, tanto como la cultura y nuestra música.

PARA LA GUERRA NADA (Martha Gómez)

P’a el viento, una cometa

para el lienzo, un pincel

para la siesta, una hamaca

para el silencio, una palabra

para la oreja, un caracol

un columpio para la infancia

y al oído un acordeón

Para la guerra, nada.

Para el sol, un caleidoscopio

un poema para el mar

para el fuego una guitarra

y tu voz para cantar

para el verano bicicletas

y burbujas de jabón

un abrazo pa la risa

para la vida una canción

Para la guerra, Nada.

Para el viento, un ringlete

pa’l olvido, un papel

para amarte, una cama

para el alma un café

para abrigarte, una ruana

y una vela pa’esperar

un trompo para la infancia

y una cuerda p’a saltar

Para la guerra, Nada.

Para el cielo un telescopio

una escalafandra, para el mar

un libro para el alma

una ventana p’a soñar

para el verano, una pelota

y barquitos de papel

un buen mate pa’l invierno

para el barco, un timonel

Para la guerra, Nada

COLOMBIA EN PAZ (Yolanda Restrepo)

Las tierras de mi Colombia

son extensas y muy bellas

albergan allá en sus campos

a una linda montañera

que cantan bambucos tristes

por les llegó la guerra

a acabar con las montañas

con su parcela y su tienda.

Yo canto p’a que Colombia

crezca y vuelva a florecer

para que la tierra buena

produzca y vuelva a nacer

que el alegre campesino

a su tierra pueda volver

para cantarle a su tierra

y ver sus hijos crecer

No me niegues la alegría

de ver a mi pueblo en paz

para que la gente buena

al campo quiera volver

y así el alegre labriego

con amor pueda cantar

con tiples y tamboras

para celebrar la paz.

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