¿Quiénes ganan?

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

La defensa de las ideologías de los partidos pasa por un mal momento. El partido conservador, sin vocación de poder y con fejes de dudosa ortografía, solo camina con el petate debajo del brazo en espera de quien paga mejor por sus servicios.

El partido liberal, por segunda vez mal dirigido, se la hizo con las orejas a su candidato presidencial Humberto de la Calle, posiblemente el único candidato formado y con la experiencia necesaria para este momento histórico que vive Colombia, mientras los del 8.000 hacen su rumba.

La izquierda, tan negada a la unidad, ve como sus dogmáticos comandantes dan saltos de sapos sin patas. Los de la maquinaria esperan la inauguración del puente de Villavicencio (Chirajara …). Los que le metieron religión al cuento, por fin se dieron cuenta, que no da buen resultado revolver las hostias de Lucio con lo que se imaginan. Mientras los abstencionistas si saben por quién no botar su voto.

En este despelote ya sabemos quienes ganan. Los que se tiraron los partidos y le apostaron a dividirlos y subdividirlos, convirtiéndose en los ideólogos de sus feudos, porque a decir verdad, para ellos la ideología, los principios y valores ya no importan. Lo que importa son los negocios, acumular poder y riqueza, y si es mal habida mucho mejor.

Lo importante para ellos es defender ese orden de cosas, empleando todas las formas de lucha, tal como se vio en los ocho años de reinado del C.D. La paz no les sirve por eso la consigna es volverla trizas.

Preocupante para el futuro del país una campaña con tanto odio, despliegue de dinero, de mentiras, rencores, de deseos de venganza y de guerra, de impedir la reconciliación entre colombianos, de poder por el poder, de tantas promesas irrealizables y tan poca visión de la realidad del país que necesitamos y merecemos.

Equidad, justicia, salud, educación, cultura, atención al campesino, a los indígenas y las minorías, control de las mafias de todos los pelambres, atención a la infancia, defensa del ambiente, cero corrupción, solidaridad, alegría y paz, entre otros temas..

Bueno sería que cuando se den los resultados de las elecciones los competidores formaran equipo para trabajar unidos por el bienestar de los colombianos. Una gran demostración de conciliación y de amor por el país.

Falta ver con que salen los que a última hora cambiaron de partido para luego hacer alharaca del triunfo al cual nada aportaron. Dicen las buenas lenguas que un gestor les está proponiendo la unidad y les ofrece como sede la Casa Panda de Ambalema, sitio de donde salieron las muchachas a quienes se les debe la organización de la primera balsada con Santa Lucía por el río Magdalena. Un gran aporte a la fiesta popular del Tolima, un departamento tan poco dado a respaldar la cultura, tema ni siquiera mencionado en las negociaciones de La Habana y de poco interés de los candidatos.

Y, aquí entre nos. ¿Quién puede seriamente plantear un proyecto con una comunidad sin tener en cuenta su cultura?

Y no olvide que este mes votamos por nuestro futuro, el del proceso de paz, Después no llore porque nos llevó Astuple.

Ñapa.-Recuerde, conozca y/o actualícese sobre la historia de Colombia leyendo “Historia mínima de Colombia”, un texto bien documentado del Historiador Jorge Orlando Melo. Una buena oportunidad para entender por qué estamos como estamos.

-* Este mes, los colombianos votamos por nuestro futuro y el del proceso de paz, que no será fácil.

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