Represión y música

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Mucha palabrería de gobernantes, políticos, magistrados, etc., desde mediados del siglo pasado sobre la necesidad de construir más cárceles para combatir la delincuencia sin tomarse el trabajo de analizar la raíz del problema, lo conveniente antes de escupir ‘pa’rriba’.

La falta de educación, el desempleo, la pobreza, la inequidad y la institucionalización de la corrupción a todo nivel, entre otros, son algunos de los factores que generan la delincuencia. Y los sabios han diseñado dos tipos de justicia y reclusión; uno para los de cuello blanco y otro para los pobres.

Para los de cuello blanco, sitios de recreo, y para los pobres, centros de especialización en el delito, en donde todo se compra y así sea a puñaladas se defiende la vida. Lo que menos hace la cárcel es resocializar y pocas bolas le han parado, y poco respaldo tiene los ejercicios de resocialización, algunos exitosos.

La cultura, como es natural, siempre ha tenido buena acogida entre los reclusos: danzas, música, teatro, pintura. Buen resultado dio hace algunos años la creación de bibliotecas y talleres literarios en los centros de reclusión de Gorgona, Cali, Bucaramanga e Ibagué, pero faltó continuidad.

Los talleres de carpintería, latonería y artesanías entretienen a los reclusos, producen ingresos y recortan tiempo en el internado donde la sociedad solo se venga de quienes han fallado siendo pobres. Mejor pensar en resocialización antes que en venganza, pensar en proyectos a largo plazo para formar buenos ciudadanos y esto se hace con educación, fuentes de trabajo, justicia social y deseo de sacar adelante al país.

Como tanta falta nos hace la música y nada se hace para justificar el cuento de Ibagué Ciudad Musical, vale la pena recordar lo que han hecho los integrantes de la Coral Ciudad Musical por conservar y divulgar nuestra música y un buen ejemplo es uno de sus fundadores: Carlos Enrique Uribe, quien con su taita y un hermano formaron el trío Los Uribe, a mediados del siglo pasado; luego hizo parte del trío Los Gemas con presentaciones ante Carlos Lleras Restrepo, en Sábados Felices y en diferentes poblaciones del Tolima y el país. Su ejercicio gremial se inicia en 1967 cuando los músicos nocturnos se reunieron en el centro musical Grill Serenata, citados por Ernesto Piñeros, y conformaron Coomúsicos. El sitio era frecuentado por el entonces senador Alfonso Arbeláez Jiménez y César Augusto García quienes propusieron, teniendo en cuenta que Ibagué era la Ciudad Musical, crear la Coral Ciudad Musical; les donaron diez instrumentos de cuerda y ayudaron a sacar la personería jurídica (No. 815 del 30 de octubre de 1968). Con sede en la tercera con 16 y bazares para recolectar fondos, iniciaron un recorrido lleno de éxitos y mamadera de gallo del sector oficial. Y Carlos Enrique presente, tomando del pelo, cantando y punteando su guitarra.

Ñapa 1. -Un aspirante a la Alcaldía de Ibagué propone mandar los cuchos al carajo, considera que los problemas de la ciudad son la movilidad, la seguridad y el empleo. La saca del estadio afirmando que el gobierno de Ibagué es comunista. Ahora le están ofreciendo una beca para un kinder en ideas políticas… y prepárese para escuchar promesas de “analfabestias” políticos que moral, intelectual y socialmente firman a ruego.

Ñapa 2. -Tienda la mano a los hermanos venezolanos que buscando mejor futuro pasan por nuestra tierra con muchas necesidades, principalmente alimentos y ropa. Contactos: Ma. Del Rosario Duque, 3152085607 y Luisa Palma, 3176654345. Y, aquí entre nos: cuando vaya a un restaurante no deje para la basura no que le sobre. Que se lo empaquen que en la calle encontrará alguien que se lo agradecerá.

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