Disparos al aire: Antonio García

El próximo lunes 16 de abril se celebran los 100 años de nacimiento del profesor Antonio García Nossa, sin lugar a dudas el más importante pensador socialista de Colombia, al lado de Gerardo Molina y Orlando Fals Borda.

El inexorable paso del tiempo que todo lo borra, mantiene al profesor García vigente en centros académicos nacionales e internacionales que valoran y estudian en toda la dimensión humanista su pensamiento y monumental obra.

Pero, políticamente hablando el Maestro actualmente no es punto de referencia nacional, como tampoco lo es la propuesta socialista de construcción de un verdadero Estado Social de Derecho.


El país por estos tiempos, anda para arriba y para abajo, del centro derecha a la derecha extrema, sin norte estratégico de desarrollo para las mayorías sociales, consolidando una sociedad cada vez más desigual, inequitativa, injusta y extremadamente violenta.


Uno de los aportes trascendentales de Antonio García, a la concepción socialista colombiana fue el de concebir la democracia como un proceso integral que incluía lo político, lo económico, cultural y social.


En lo político criticó siempre el esquema organizativo de conformación de partidos celulares que entregaban la dirección del mismo a un cerrado Comité de Dirección y este a su vez a un Secretario General, que al final resultaba lo más antidemocrático organizativa y políticamente...hasta en la tristemente célebre “dictadura del proletariado”.


La izquierda que se movía en ese tipo organizativo y conceptual, claro que nunca estuvo de acuerdo con Antonio García en este punto y otros de especial importancia, sobre todo el de ser voceros en nuestra propia patria, no prioritariamente de los intereses y temas nacionales, sino sobre todo de los intereses y propósitos estratégicos de la Unión Soviética o China, para aquellas épocas.


En lo económico y social, Antonio García, enfatizaba en la necesidad de democratizar el poder y la riqueza a través de las necesarias reformas: la agraria, la urbana, la financiera, acompañadas de los procesos de nacionalización de los sectores estratégicos de producción.


La influencia de Antonio García en movimientos políticos de importancia nacional, se presentó en las pocas ocasiones históricas en que surgieron movimientos de masas de corte popular y democrático en Colombia: acompañó el gaitanismo desde su nacimiento; al final de la Anapo le aportó a dicho movimiento  el contenido del “nacionalismo popular y el socialismo a la colombiana”; y, sin ser parte de esa organización, ni compartir las distintas formas de lucha, su pensamiento consolidó en el M-19 la concepción de “democracia” como motor impulsor y ascendente de las grandes reformas que necesitamos para construir una sociedad igualitaria.


Ahora, que los partidos y movimientos de mayor peso electoral en el panorama político nacional, no cuentan con plataformas políticas con propuestas favorables para las mayorías sociales, ni consideran de importancia los temas de la defensa de la soberanía nacional, resulta por demás oportuno recordar con agradecimiento y respeto patriótico, a quienes como Antonio García, soñaron con una Colombia más justa, más igualitaria, más soberana, más nuestra.

Credito
CAMILO GONZÁLEZ PACHECO

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