Disparos al aire: Caminos de paz

Una frase antigua, expresaba que todos los caminos llevaban a Roma para significar que innumerable vías y caminos conducían al final a la capital de Imperio romano.

Situación semejante, respetando la esencia de las particularidades, indican que en Colombia todos los caminos parecen llevar al inicio de un nuevo proceso de paz.

Para la muestra dos botones: la Marcha Patriótica y el juicioso respaldo dado por el Fiscal General en defensa del Marco Jurídico para la Paz que actualmente se discute en el Congreso Nacional.

 De ser así, -y hasta ahora- se estarían adelantando etapas previas de dicho proceso, avanzando a partir de experiencias históricas en estos delicados asuntos.

Vale la pena resaltar, de entrada, el carácter supremamente reservado en que avanzan dichas conversaciones, -si es que existen - corrigiendo errores que llevaron a la frustración de varios intentos en este mismo sentido.

Por otro lado, el temario en sí de las conversaciones, también debe ser distinto al tramitado en anteriores oportunidades.

Aunque no constituye un secreto de Estado, cuatro o cinco condiciones previas, -resumidas por el ex – presidente Samper hace dos días-  son, de entrada innegociables para el Gobierno y gran parte de la sociedad civil, en el propósito de  poder, al menos,  dar inició a un nuevo y esperanzador proceso de paz en Colombia.

Es decir, en este delicado asunto de negociaciones de paz, utilizando una de las famosas frases de Mockus “se está construyendo sobre lo construido”.

Y algo más interesante: se avanza sin cometer los errores de anteriores intentos de negociación.

Y quienes a la sombra, diseñan estos caminos, saben más que nadie que un nuevo proceso de paz, a estas alturas, debe ser esencialmente distinto a los anteriores, salvo con algunos aportes del proceso adelantado con el M-19 ya hace bastante tiempo. Y el camino, como en la célebre canción del olvidado Aniceto Molina, “es culebrero”. Sin lugar a dudas.

La cosa no es fácil, pero se requiere buscar con visión histórica, salidas a temas complicados.  

Uno de ellos, lo constituye el objetivo final del proceso. Antes se pactaba para el cese al fuego y las hostilidades.

Ahora, parece que en relación con el objetivo a lograr, el gobierno apuesta a la desmovilización total del la organización armada ilegal.

Ojalá, se lleguen a acuerdos sobre éste, el más difícil, entre otros muchos puntos de diálogo y negociación. Pero el sereno, elevado y estructurado pronunciamiento del Señor Fiscal, en relación con el Marco para la Paz, de entrada es un buen aporte.

De lo que se trata es de facilitar, no de entorpecer. Y esa es una consecuencia obvia de la consagración constitucional de la paz como un derecho pero también como un deber.

Credito
Camilo A. González Pacheco

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