Más allá de la paz

Superar el problema de la violencia en Colombia, constituye uno de los grandes propósitos, para avanzar en la construcción de una Nación más justa, igualitaria y prospera. Pero, no es el único reto ni el más importante.

Superar el problema de la violencia en Colombia, constituye uno de los grandes propósitos, para avanzar en la construcción de una Nación más justa, igualitaria y prospera. Pero, no es el único reto ni el más importante. 

Obvio, que es urgente y necesario avanzar cada vez más en niveles ciertos y reales de pacificación nacional. Sin embargo, el problema esencial por superar en Colombia, sigue siendo el de la pobreza y  el relacionado con el desarrollo integral de la Nación.

La anterior tesis, no puede ser escudo para soslayar la importancia de un posible proceso de paz que termine exitosamente. En ese propósito, se encuentra la mayoría de la opinión pública nacional, apostándole al buen y favorable desarrollo del mismo. 

Constituye, sin lugar a dudas, tema trascendental que obliga a pensar en serio sobre el presente y futuro de Colombia, superando debates fofos que nunca llevarán a ninguna parte en beneficio de la Nación. 

Por ejemplo, imaginemos que sí, efectivamente se firma un acuerdo de paz con la necesaria desmovilización de las  Farc y el ELN. ¿Cómo amanecería el país al otro día, a las cinco en punto –como en el poema de García Lorca- no de la tarde sino de la mañana?. 

Pues claro está: más tranquilo, sereno, optimista y esperanzado. Pero, con millones de compatriotas ahí, viviendo en la pobreza absoluta. 

Con el desempleo de siempre. La violencia urbana azuzada por las bandas criminales. El narcotráfico vivito y coleando. Con largas colas de colombianos clamando frente al Estado, entre otros,  por servicios eficientes en salud y educación.

Plantear de entrada y para ya, la eliminación de la pobreza y el atraso, como punto de discusión clave en el proceso de negociación que se inicia, sería por demás ilógico y absurdo. 

Lo sería igualmente, hablar de todo y no precisar nada en materia de cambios estructurales. O sea, necesariamente se tiene que abordar y discutir el tema de la democratización del Estado y la sociedad. 

Y, a partir de dichos planteamientos buscar el apoyo de las mayorías nacionales, por la vía electoral, para moldear un tipo de Estado a la altura de dichos retos. 

Es decir, palabras más palabras menos, las propuestas políticas de alternativas de desarrollo integral para Colombia: la consolidación del Estado Social de Derecho (desde la óptica del centro izquierda) o el fortalecimiento del Estado Neoliberal (desde el centro derecha). 

Entonces, el problema de la paz, va un poquito más allá de la propia paz, urgente y necesaria, como salida del conflicto armado. 

Va hasta el fondo estructural de la sociedad colombiana. El asunto es a largo plazo. 

Credito
CAMILO A. GONZÁLEZ PACHECO

Comentarios