Ibagué con sed y sin agua

El problema del agua para los habitantes de Ibagué, a corto y largo plazo, pinta bastante difícil. No sólo por los desastrosos efectos del cambio climático que ya se sienten, sino por la calidad de agua que consumen los ibaguereños y también los tolimenses.

Un reciente estudio de la Cámara de Industrias de Bebidas de la Andi, nos dejó con los pelos de punta: indignados y supremamente preocupados.

Resulta que el Tolima –en eso sí está en los primeros puestos a nivel nacional- ocupa el segundo lugar –luego de Córdoba- en el consumo de agua vendidas en bolsa y en botella con deficiencias microbiológicas y físicas, es decir, agua no apta para el consumo saludable de los tolimenses. Bien, pero si lo anterior es grave, viene lo más duro denunciado en el estudio citado: el Tolima ocupa el segundo lugar – después de Norte de Santander- en el consumo de agua en esas bolsas y botellas que contienen –por respeto y urbanidad con los lectores no citamos la palabra castiza- heces fecales de personas y animales. O sea, muchos tolimenses han consumido en cantidades bastante agua con m…materia fecal. Gravísimo y repugnante.

Ibagué, no se queda atrás en este desastre. Obvio consume en alto porcentaje parte del total de las bolsas y botellas contaminadas vendidas en la región, es decir, los ibaguereños pagan por consumir agua contaminada distribuida comercialmente. Y, peor aún, según estudios que no son nacionales ni de esta semana, sino regionales y de hace tiempo, Ibagué cuenta con aproximadamente 28 acueductos comunitarios, que distribuyen agua no tratada debidamente a una gran cantidad de habitantes de la ciudad musical, ubicados en su gran mayoría en sectores populares.

De seguro, -y en esto tendría que aportarnos cifras y estudios las dependencias de salud a nivel local y regional- los problemas que padecen gran número de paisanos y que no encuentran remedio en los hospitales quebrados y sin recursos de la región, deben provenir de este mal por demás irracional e inhumano.

Como si lo anterior fuera poco- hablando de agua potable para Ibagué- la ciudad no cuenta con este precioso líquido para garantizar su consumo en la proyección estratégica de nuevos planes de vivienda de tipo popular, incluidas algunas de las esperadas – por ejércitos enteros de esperanzadas familias de paisanos- casas gratis.

Y aquí, el problema no sólo sería de salud, sino también de tipo penal y de enormes repercusiones sociales.

Se comenta, - ojalá podamos verificarlo de inmediato- que por los lados de Boquerón se construirán en cuestión de meses 1.100 viviendas dentro de las donaciones impulsadas por el Presidente Santos, con una bomba interna tipo quiebrapatas de impredecibles consecuencias: no cuentan con agua potable. De ser cierto este rumor, estaríamos frente a la más grande estafa en cuanto a planes de vivienda que se haya presentado en el Tolima. Con el agua –para estos eventos- no se juega.

Credito
CAMILO A. GONZÁLEZ PACHECO

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