Resbalones de caballero

Camilo González Pacheco

“Historia de Colombia y sus oligarquías”, de Antonio Caballero con “Historia Mínima de Colombia” de Jorge Orlando Melo, fueron sin lugar a dudas, dos de los libros más leídos por los colombianos en el año que acaba de pasar. Melo, erudito y pedagógico. Caballero, con la gracia propia de un aquilatado escritor, artista y columnista – entre otras muchas virtudes intelectuales – en su ameno relato histórico, tiene uno que otro inadvertido desliz en precisiones históricas.

Uno de ellos, referido al Movimiento 19 de Abril – M19. Caballero ubica conceptualmente al Eme, como ideológicamente de “tendencia indefinible”, y en concreto, como “populista de derecha”. Lo de populista vaya y venga. Pero lo de “derecha” si tiene mucha tela que cortar.

Precisar los conceptos de derecha e izquierda, no ha sido tarea fácil para los politólogos. El profesor emérito Giovanni Sartori, se le midió al asunto y definió a la izquierda como la política que entre otros propósitos rechaza la injusticia, y que tiene las virtudes de ser altruista, hacer bien a los demás. Mientras que la derecha es egoísmo, atender al bien de uno mismo.

A partir de ese marco general, colocar históricamente al M-19 –con todos sus errores y falencias - como de derecha, y sobre todo en Colombia, no resulta correcto ni ideológica ni políticamente. Derecha en Colombia – sin hablar de la extrema derecha paramilitar, sinónimo de barbarie, luto y muerte - ha sido, para citar solo dos ejemplos, el Partido Conservador desde hace muchas décadas, y en el presente el Centro Democrático. Son organizaciones políticas con concepciones bien definidas de Estado y Sociedad, que defienden los intereses de la oligarquía colombiana, en especial, de los terratenientes y el sector financiero.

O sea, que Caballero no acierta en esta afirmación. Tampoco, en el relato tocante con la tragedia de Armero, donde habla, sin citar fuentes, que las autoridades del Tolima declararon como personas no gratas a unos científicos, que habían anunciado la inminente erupción del Nevado del Ruiz. El único pronóstico periodístico sobre la tragedia lo realizó acertadamente el periódico tolimense El Derecho, reiterado por El Tiempo, a partir de estudios efectuados por el historiador Helio Fabio González.

De resto, para fortuna de las actuales y futuras generaciones, Caballero recorre con agradable y objetiva narrativa la historia patria, resaltando los acontecimientos sociales, políticos y económicos más relevantes. Distinto a lo reiterado por otros, y repetido hasta el cansancio en agotadoras asignaturas estudiantiles, a partir de la visión miope de nuestro pasado, observado con la mirada preferente y a veces lánguida, de la biografía de sus próceres, casi siempre, acompañados serenamente por la sombra protectora de la Iglesia católica, apostólica y romana.

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