Amores que se van

Guillermo Pérez Flórez

El año pasado llegaron al Tolima US$238,43 millones por concepto de remesas de tolimenses radicados en el extranjero (Banco de la República). Los principales países de origen fueron Estados Unidos (US$160,24 millones) y España (US$24,44 millones). Esto es mucho más que las exportaciones de café, hasta hace poco nuestro principal producto de exportación, tanto de Colombia como del Tolima.
PUBLICIDAD

El porcentaje, dentro del conjunto general del país, es bajo. Colombia recibió US$ 11.832 millones de dólares en 2022. Al Tolima llegó solo el 2%. Una cifra acorde con nuestro peso en el PIB nacional. Ahora bien, si se mira retrospectivamente, el asunto adquiere otra dimensión. En 2014 el monto fue de US$77,73 millones. En una década, las remesas aumentaron más de tres veces. En realidad lo que exportamos ahora es gente. Algo para reflexionar. La verdadera riqueza de un país no son sus recursos naturales, como podría pensarse. Si no me creen, pregúntenle a Japón, que importa más del 90% del petróleo, del gas natural y del hierro, y más del 60% de los alimentos que consume. La migración internacional no es un fenómeno exclusivo del Tolima, por supuesto. Es nacional y mundial. Mal de muchos, consuelo de tontos. Perder la gente, es pésimo negocio. Las cifras no son fiables, pero se estima que Colombia tiene más de cinco millones de personas viviendo en el extranjero. El exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, habla de tres millones, en cualquier caso mucha gente.

Los anteriores datos reflejan una realidad inocultable. El sueño dorado de miles de jóvenes colombianos y tolimenses es irse del país. Una situación triste. Migrar debería ser una opción, no una obligación. El Tolima no tiene hoy una propuesta para la juventud. Quien no se arrodilla ante los jefes políticos para un contratico, solo tiene como opciones de vida la informalidad, el delito o irse. Alguien me decía, hace unos días, no sé si esto sea cierto, no quiero creerlo, que Ibagué es la capital nacional de las modelos “webcam”. Es tan evidente, que un candidato a la alcaldía, en un foro, propuso mejorar la banda ancha para estimular este “emprendimiento”, que consiste en mostrar las tetas y el culo. Con lo cual, se asegura un ingreso mensual de entre tres y cinco salarios mínimos, y más. Esta actividad se está vendiendo como una “profesión” y una “industria”. Según uno de los líderes del gremio “en Ibagué hay hasta 60 estudios”, y “la industria funciona desde hace 15 años aquí”. Brillante “estrategia de desarrollo”.

En Colombia estamos en mora de estructurar una política para los colombianos en el exterior. Pueden convertirse, y de hecho lo son, en auténticos sujetos de desarrollo. ¿Cuántos tolimenses viven fuera de país?  Nadie lo sabe. Desde hace años vengo siguiendo y estudiando el tema migratorio, y puedo asegurarles, con conocimiento de causa, que es todo un “océano azul”, en materia de oportunidades. El dinero que les llega a las familias desde el exterior no debe convertirlas en parásitos. Aprovechar esos recursos para potenciar verdaderos emprendimientos y actividades, como el turismo de naturaleza, o invertir en vivienda y en educación. No hay que mirar a los migrantes como ‘amores que se van’, y mandan plata. No. En el mundo existen decenas de experiencias, sobre cómo estos recursos pueden generar desarrollo. Espero que los candidatos a la alcaldía vean aquí una oportunidad para combatir el desempleo.

GUILLERMO PÉREZ FLÓREZ

Comentarios