Nuevo mundo

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

No es mucho lo que se sabe del universo.
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Se sigue calculando la edad de la tierra, una minúscula parte de ese infinito. Por información reciente sabemos que los sumerios nos dejaron el alfabeto, la agricultura, la ganadería, el pan, el aceite, el vino y el mercado, y que con el paso de los años la humanidad comenzó a darle forma al comercio, el arte, los dioses, las religiones y comenzó con el descubrimiento de la rueda, las máquinas, el riego, la ingeniería, las ciencias y el amor por el dinero y el poder.

Dizque los primeros conflictos fueron por tierras, algo que sigue pero con sangre, y fueron apareciendo las armas construidas para matar seres humanos e imponer ideas, credos y gobernantes. Aparecieron las potencias que perdieron su poder frente a las transnacionales y han creado muchos conflictos internacionales.

El comunismo y el socialismo dejaron de asustar para abrirle campo a nacionalismos irracionales y partidos que nacieron partidos y le abrieron campo a un liberalismo que trató de colgarse de la libertad, dejando al ser humano en una lucha en la cual los más pobres siguen como los escombros sin importancia para los dirigentes que todo lo hacen por dinero y exigen adoración de quienes son incapaces de rebelarse para exigir igualdad.

La pandemia ha servido para destapar un poco nuestra clase dirigente. Exigen del gobierno la utilización de los recursos destinados para los pobres y los que lo perdieron todo, con el acuartelamiento para auxiliar sus empresas por las pérdidas de estos días.

También ha servido para que un grupo de investigadores propongan cambios en la educación, en la explotación agrícola y ganadera, justicia de verdad, castigo ejemplar a la corrupción y a la explotación del necesitado, organizar el servicio de salud para todos los colombianos, cárcel para los que han manipulado los expedientes en la comisión de acusaciones de la cámara y enderezar las fuerzas armadas que generan menos confianza que un billete de tres pesos. A un compañero de Escuela Militar, retirado con sus soles limpios, le puse el tema en una tertulia en la que hablábamos del nuevo mundo que se viene y me mando para donde se imaginan, sin papel higiénico.

HÉCTOR MANUEL GALEANO ARBELÁEZ

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