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Algo similar al personaje del cuento le pasa al alcalde. Dizque iba a arreglar el acueducto y a construir una escuela. Está loquito y nos está mamando gallo. Toca dejarlo que es su manera de ser y de jodernos. Hay varios barrios de la ciudad sin agua permanente y veredas con acueductos que dan lastima.
Las fuentes hídricas están contaminadas y las zonas verdes destruidas. El parque del Centenario abandonado. Un programa de gobierno ejemplar, como la corrupción que algunos llaman patrimonio nacional y que cubre donde usted mire. Un ejemplo enorme lo da la Alcaldía de Purificación, que desapareció miles de millones de pesos y el responsable sigue rebuznando y saboreando los recursos de un municipio que un día creyó que el elegido merecía esa dignidad. Se equivocó de cabo a rabo.
Menos mal que la honradez y la pulcritud cubre la mayoría de los funcionarios públicos, incluyendo magistrados y parlamentarios, y especialmente a la comisión de absoluciones que sirve como el papel higiénico.
En el proceso electorero que ya arrancó sentimos falta de interés por seleccionar como candidatos a los más honestos, capacitados, luchadores por la paz, interesados en el desarrollo del país y enemigos de la corrupción. Es hora de acostumbrarnos a dialogar en vez de pelear. El diálogo es el que fomenta la amistad y el buen vivir en comunidad.
Ñapa: Fue nombrado Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez como ministro de Salud. Una buena designación y representación del Tolima.
Al hoy alcalde de Ibagué se le cayeron las del marrano que tenía tan bien amarradas.
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