¿Luz, al final del túnel?

Hugo Patarroyo Murillo

Sí, se debe creer que hay luz, al final del túnel. Siempre se debe pensar que se pueda dar “un  puntico” allá en el horizonte y que no todo está perdido en medio de la oscuridad del sistema político colombiano. Todo pensaría el griego Aristóteles, al escribir los ocho capítulos de su clásica obra “La política”, que le iba a hacer falta otro capítulo más, en donde se previera algo así como lo que hoy en día  se define como “ninguno de los anteriores”.
PUBLICIDAD

Esa cloaca en que se convirtió el “modus operandi” del quehacer político en nuestro país, no se puede clasificar en ningún tratado o estudio.  Si bien es cierto, el heleno consideró que “...la política es una forma de mantener a la sociedad ordenada con normas y reglas…”, aquí el desorden es total. Se violan todas las normas, las reglas, “se las pasan por la faja”,  y “el todo vale” para ganar unas elecciones es la ley para muchos en Colombia. Aún los que creen “alguito” en la institucionalidad, ven cómo se atropella a lo poco construido de nación, con tal de llegar a ganar unos comicios y poder manejar un erario. Lo peor de todo es que van intoxicando  a los jóvenes y próximas generaciones, al indicarles las manidas formas y métodos de corromper al electorado de escasos recursos  y comprarle momentáneamente su conciencia.


La actual telenovela política colombiana tiene, como toda buena producción audiovisual, mucho de dinero, bastante de sexo y corrupción a diestra y siniestra. El capítulo que menciona al Tolima, ha sido uno de los de mayor “rating”, según las encuestadoras. Destacados portales web a nivel nacional e incluso periódicos como El Espectador, nos ubican  en los primeros lugares de todo lo malo, lo feo y lo pútrido que se pueda efectuar en política regional. Incluso, ya destaparon intereses de “famiempresas políticas” que están incidiendo en las elecciones que van a efectuarse, el 13 de marzo en las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, mal llamada “Cámara Especial para las Víctimas”.


Pero, muchos de los habitantes de nuestra patria, consideran que no todo está perdido. No más el hecho que se hubiera abierto ese “cuello de botella” que no permitía sino que la gente tuviera que escoger entre Liberales y Conservadores y sus variantes, permitió que afloraran a la luz pública, nuevos partidos como DIGNIDAD, que orientado por el tolimense y hoy, precandidato presidencial JORGE ENRIQUE ROBLEDO, ha interpretado centradamente el sentir de millones  de colombianos. Así se llegó a conformar la famosa COALICIÓN DE CENTRO ESPERANZA, hoy unida a la ALIANZA VERDE. 


Que hay “gazaperas”, sí que las hay. Eso hay que entenderlo.  Pero... la COALICIÓN va es “pa’lante”. El colombiano, detesta las extremas y esta es la única y real alternativa que evitaría más confrontaciones en nuestro país.


Y, con el perdón  de muchos, en el tarjetón de Senado y, ubicado arriba y a la derecha,  se encuentra el logo del girasol, con base morada. Votando por el número 41, se va a sufragar por un individuo, con MANOS LIMPIAS, ESTRUCTURA ACADÉMICA Y EXPERIENCIA ADMINISTRATIVA, que buscará en el Congreso y a como dé lugar, jugársela con dos temas específicos: VÍAS Y VEEDURÍAS. 

¡¡¡Sí hay luz, al final del túnel!!!

 

Hugo Patarroyo Murillo

Comentarios