¿Al borde del abismo?

Hugo Patarroyo Murillo

Resulta un poco “manido” recabar sobre la caótica situación por la que atraviesa nuestro país y, lo importante que va a ser el resultado de las elecciones de congresistas, el próximo domingo 13. Todos, todas, y “todes” mencionan lo mismo. Uno que otro, le antecede elementos históricos que, de alguna forma, reafirman que se pueda dar ese “devenir” expuesto por el filósofo griego Heráclito de Éfeso, en el que asegura la posibilidad de cambio en una cosa que existe. Y que “nada es constante en este mundo, excepto el cambio”.
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Vamos a ver, qué va a suceder en los comicios del próximo domingo. Si las cosas van a cambiar o, por el contrario, van a seguir como están. Que si la corrupción galopante, va continuar como va, o qué los principios éticos van a tener alguna cabida en la sociedad colombiana, particularmente en la tolimense, en la que “el todo vale”  se impuso a través de las “famiempresas” políticas.


El abismo no está lejos. Ya se vislumbró, qué hay allá abajo. Las protestas generalizadas del año pasado, mostraron cómo puede considerarse una debacle de la nación. Se puede llegar al momento en que nuestras Fuerzas Armadas, respalden la protesta de las grandes masas de colombianos y el establecimiento tambalee. No es algo lejano. La inconsciencia de algunos actores políticos regionales los ha llevado a “mostrarse” de una forma desbordada (con ríos de dinero, muy seguramente provenientes de una triangulación con contratistas), para ver si, de esa manera, atraen a incautos y desinformados, de su situación jurídica. Y todo con la anuencia de los medios que, mientras migajas comen, optan por el “tapen, tapen, tapen”, utilizado con frecuencia en nuestro país. El cuentico que no hay que luchar por el cambio y cualquiera que sea el resultado, “todo va a seguir igual” fue popularizado precisamente por los corruptos,  para  desanimar a las gentes de bien. 


La disyuntiva está clara: o, los extremos, o el Centro. Ese cuentico que están matizando los polos, invitando a dirigentes de diversos “pelambres” a conformar equipos, no es más que una estrategia para llegar al poder. Después, les darán algo de mermelada y, posteriormente, impondrán su ideología a cualquier precio. Por eso es tan importante saber escoger a cuál grupo se va a apoyar. A cuáles listas, para Senado y Cámara y, avaladas por quiénes. Adicionalmente, el tema de las precandidaturas a la Presidencia de la República, no tienen “vuelta de hoja” o se complementan los cambios propuestos por los extremos, originados en la izquierda o la derecha y con sus correspondientes “brazos armados” ( reconózcanlos o no ) o... se optan por unas reformas mesuradas, tranquilas, sin sobresaltos, reconociendo institucionalidades, sin acabar “de tajo”, con lo que se ha construido como nación colombiana y llegando a necesarios consensos sobre el país que quieren las mayorías. Un manejo colectivo, como el propuesto por la ALIANZA VERDE – COALICIÓN DE LA ESPERANZA y,  en cuyo tarjetón de candidatos figura ROBLEDO, el colombiano que más claro tiene el manejo de Colombia.


PD: Ojo con el municipio de Villahermosa. La norteña comunidad tolimense, está pasando por “las verdes y las maduras” y todo por falta de planeación de los entes gubernamentales que construyen vías sólo para verano, porque si las hacen bien hechas y para invierno, no son muchas “las coimas” que les queda para repartir.

Hugo Patarroyo Murillo

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