Embates contra la Comisión de la Verdad

Hugo Rincón González

Desde la firma de los acuerdos de paz con las Farc el 24 de noviembre de 2016 realizada en el Teatro Colón de Bogotá, han venido dándose hechos encaminados a hacer trizas los mismos. Se han presentado un conjunto de acciones deliberadas y encaminadas a poner todos los obstáculos para que la reconciliación de los colombianos no se consolide.
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Desde antes del plebiscito por la paz celebrado el 2 de octubre del año referido, un sector importante de la extrema derecha se encargó de levantar toda clase de señalamientos que buscaba que la gente saliera a votar verraca en contra de lo acordado por el gobierno del entonces presidente Santos.

La estrategia contra la paz ha sido la generación de indignación. En los tiempos del plebiscito es bueno recordar que Juan Carlos Vélez, fue el encargado de direccionar la campaña por el No y de gestionar el apoyo financiero de poderosos empresarios que, según informó la prensa en esa época, aportaron más de 1.300 millones de pesos. Fueron generosos contribuyentes de esta campaña en contra de los acuerdos la Organización Ardila Lulle, el Grupo Bolívar, Colombiana de Comercio (dueños de Alkosto), entre otros.

Luego de la firma de los acuerdos se inició una escalada violenta en contra de la posibilidad de consolidar una paz estable y duradera en los territorios afectados por la violencia fratricida del conflicto armado. Se empezó a dar una serie de amenazas y asesinatos contra líderes y lideresas que jugaron un papel importante en la celebración de este proceso. Hoy se cuentan por cientos las víctimas en varias regiones, especialmente en aquellas donde se ha reciclado la violencia con la presencia del narcotráfico, las disidencias de las Farc y el Eln. El gobierno ha sido indolente e incapaz de frenar esta arremetida y más allá de algún pronunciamiento, no se captura a los instigadores de esta ola tenebrosa de asesinatos.

La estrategia que busca la crispación ha estado presente en el escenario político. El Centro Democrático ha tratado por todos los medios de acabar la JEP. El Congreso de la República fue escenario de esta confrontación entre los que defendían esta jurisdicción y los que propendían por su eliminación. Con toda la intención de derrumbar este elemento fundamental para la consolidación de la paz se consumió un tiempo importante que hubiera servido para legislar sobre otros asuntos claves para el desarrollo del país.

En esta orquestada y sistemática agresión contra los acuerdos de paz se presenta el más reciente embate. Se trata ahora de los señalamientos contra los comisionados que constituyen la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad -CEV-, por parte del exministro Juan Carlos Pinzón. En un twitter expresa que la mayoría tiene afinidad ideológica o nexos con grupos armados. Una manifestación de esta naturaleza pone en serio riesgo a cada uno de los integrantes de esta entidad que hace parte del Estado colombiano y es pieza fundamental del sistema de justicia transicional.

Seguramente el exministro Pinzón quiere incubar una posible precandidatura presidencial atacando la CEV. Solamente después de firmados los acuerdos sacó a relucir sus diferencias con el proceso de paz, algo que se le olvidó expresar cuando estuvo como ministro de defensa del gobierno Santos y luego cuando fue su embajador en Washington.

HUGO RINCÓN GONZÁLEZ

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