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Todo es culpa de Petro, hasta los temblores que se han presentado por estos días. Si muestra un resultado favorable o un logro, inmediatamente y de manera sincronizada aparecen los depredadores con su propósito de demolición. Si quiere ayudar a los excluidos inmediatamente dicen que promueve la lucha de clases e instiga el odio. Si le apuesta a la Paz Total con los grupos guerrilleros y las organizaciones criminales que no tienen propósito político pero si control territorial, inmediatamente lo señalan de estar entregando el país al terrorismo y la delincuencia. Nada les sirve, nada está bien.
Sin embargo, no obstante la pugnacidad en contra de su mandato, el presidente Petro viene avanzando en su apuesta de la Paz Total. A pesar de las críticas exacerbadas contra esta inciativa, el gobierno empieza a tener logros en varios frentes que buscan apaciguar la confrontación armada con un conjunto heterogéneo de actores irregulares.
Lo reitero, esta apuesta por la Paz Total es bastante ambiciosa y para algunos poco realista. Pensar en que se puede conseguir una negociación política con la guerrilla del Eln, el Estado Mayor Central -EMC- y posiblemente con la Nueva Marquetalia es de una gran audacia. Creer que es posible someter a la justicia a los grupos armados organizados y bandas criminales de las ciudades desafía la lógica inveterada de los que creen que es mejor la guerra con todos estos.
El gobierno, en contravía de los profetas del desastre, viene avanzando en el cese al fuego bilateral con el Eln, avanza en su negociación. Algunos analistas dicen que todo está servido para la dejación de armas, a pesar de las dificultades existentes y las que se puedan presentar, esta guerrilla terminará su lucha armada en el periodo de esta presidencia. De ser así sería un tremendo logro terminar la guerra con este grupo tan radical y arisco para la negociación.
Otro hecho, noticia importante de esta semana, es la instalación de la mesa de diálogo con el Estado Mayor Central de las Farc, una guerrilla que en los últimos días venía desarrollando una campaña militar golpeando a la fuerza pública y afectando a las comunidades en algunas regiones del país, especialmente el Cauca y Nariño.
Destacable en este proceso este punto: “Iniciar el funcionamiento de la Mesa de Diálogos de paz, junto con la entrada en vigencia de los decretos de respeto a la población civil, comunidades y cese al fuego bilateral, temporal de carácter territorial y nacional”.
Y finalmente, es de resaltar lo que se viene impulsando con las bandas criminales en Medellín y Buenaventura donde se han ampliado los periodos de tregua entre estos actores irregulares que se enfrentan por el control del territorio y el control del narcotráfico. Son avances de la propuesta de Paz Total que poco se destacan pero constituyen un alivio para las comunidades perjudicadas por su accionar. Es mejor trabajar por la paz con todo lo difícil que pueda ser que optar por la guerra fratricida entre los colombianos.
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