El acoso o bullying escolar

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Uno de cada 10 niños sufre de acoso o bullying escolar.  Colombia es uno de los países con mayor número de casos de acoso escolar en el mundo, según un estudio de la ONG internacional “Bullying sin fronteras”. En el país se registraron 8.981 casos  de este fenómeno entre enero y diciembre del año 2020.
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Dichas cifras son gravísimas y muestran el acoso que ocurre en el ámbito de los establecimientos educativos en cuanto al maltrato físico y psicológico, con efectos negativos sobre la salud, el bienestar emocional, el rendimiento académico de los estudiantes, que muchas veces como lo han registrado los medios de comunicación, conlleva a la muerte del niño, niña o adolescente. ¡Inadmisible!

El sistema escolar tiene en su posición de garante, el gran reto y responsabilidad de formar a infantes y adolescentes desde la prevención, intervenir de manera inmediata ante manifestaciones de violencia escolar, de irrespeto, aislamiento o burla.
Hace menos de tres meses, en Estados Unidos se conoció del suicidio de Drayke Hardman, quien con solo 12 años decidió quitarse la vida, a raíz del bullyin que sufría por parte de un compañero del colegio.

En nuestro país, hace un mes una madre de familia denunció desde Manizales, la muerte de su hijo, como consecuencia de un golpe en la cabeza con una puerta, tras ser de manera reiterada acosado por algunos de sus compañeros.

Después de la pandemia, parecen exacerbarse los casos de abuso, de acoso, de agresión en las relaciones interpersonales de muchos estudiantes; los apodos, el insulto, los empujones durante los descansos, la homofobia, la burla, el chantaje, los insultos, las humillaciones, la discriminación en general, caben en la definición que la UNICEF ha dado sobre el acoso escolar: “Es una conducta de persecución física y psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua y con intencionalidad”.

Si cada rector y docente, con el apoyo de padres de familia, se da a la tarea de cumplir las normas, expedidas por el gobierno con el propósito de prevenir, combatir y actuar sobre la ocurrencia del bullying y de otros hechos de violencia en el mundo escolar, harían el gran aporte a la disminución y prevención de la violencia que intoxica la tranquilidad de los estudiantes entre sí.

El Ministerio de Educación Nacional, el 4 de marzo del presente año, ha expedido una nueva directiva (la 01), recordando el cumplimiento obligatorio de la ley 1620 de 2013, por la cual se crea el Sistema Nacional de Convivencia Escolar, esta vez para reiterar en la actuación sobre las diferentes formas de violencia sexual.

Hay normas sobre protección de la infancia y, en cada plantel educativo, en desarrollo de la Ley 1620 de 2013, está establecida la ruta y los protocolos para llevar a cabo normas dirigidas a lograr la Convivencia Escolar, el ejercicio de los Derechos Humanos, sexuales y reproductivos en las organizaciones escolares de educación básica y media.

La ruta de atención integral para la convivencia escolar implica la creación y operación de Comités departamentales, municipales y de cada institución escolar para programar, promocionar, prevenir, atender y hacer seguimiento sobre la violencia escolar, incluyendo el acoso o bullying al cual  me he referido en este texto.

El regreso trae consigo mayores responsabilidades en términos de prevención: ¿Cuál es el grado cumplimiento de las normas sobre convivencia escolar?

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

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