A Dios se le habla de rodillas

Jairo Yate Ramírez

°°° « Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: -«Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo».
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Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: -«Atiéndela, que viene detrás gritando». Él les contestó: -«Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel» .°°° (Mateo 15, 21-28).

La virtud de la fe; se mueve en la humildad, la confianza y la perseverancia. Hay personas que llaman la atención por su insistencia, por la cantidad de motivaciones en su mente, por un mal que padecen; porque buscan afanosamente la solución a sus problemas. Dios permite que millones de personas se beneficien de su bondad y misericordia, a través del misterio y la virtud de la fe. Es la condición que propone para encontrar la salvación y liberación que Él mismo ofrece con la instauración de su Reino. 

Una mujer con el apelativo de “Cananea”, y según el libro del Deuteronomio en la Santa Biblia, Canaán con la fama de ser personas demasiado pecadoras e idólatras. Enfrenta al Hijo de David, reconoce el plan de Dios y le solicita un milagro: la sanación de su hija.  A pesar de la dureza de las palabras del Maestro, ella lo convence con un signo de humildad y esperanza: de rodillas le dice: «Sí, Señor - repuso ella -, pero también los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos». (Mateo 15, 27). Jesucristo le responde: “Qué grande es tu fe”. (Mateo 15, 28).

Cuando los creyentes aprendamos a hablarle a Dios de rodillas, habremos superado la prueba de la fe. Lograremos tener los mismos sentimientos de Cristo: Su humildad, su bondad, su obediencia, su sentido común, su pensamiento altruista. Entenderemos por qué Dios lo exaltó sobre todo nombre, de manera que al nombre de Jesús, toda rodilla debe doblarse. (cf. Efesios, 2, 3-11). Nuestro reto será llegar a ser una sociedad, donde se respete el derecho, se practique la justicia, se acepte con agrado el altar de Dios y se respete su casa como casa de oración. (cf. Isaías 56, 1. 6-7).

El Papa emérito, Benedicto XVI, en su Ángelus Regina Coeli, (14 de agosto 2011) nos propone: crecer en la fe, abrirnos y acoger con libertad el don de Dios, tener confianza y gritar asimismo a Jesús: « ¡Danos la fe, ayúdanos a encontrar el camino!». La fe nos permite conocer la identidad real de Jesús, su novedad, su Palabra. Cuida tu salud: Quien se somete a la fe, está en capacidad de escuchar a cualquier tipo de persona creyente.

PADRE JAIRO YATE RAMÍREZ

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