En la columna pasada, comenté sobre el “Banco de Favores” y la red de “contactos”; ahora “Motivación e inspiración”, temas para los gobiernos “Con Todo el Corazón” y “Soluciones que Transforman”; uno actuando con el corazón (Ibagué) y el otro transformando (Tolima).
Son mensajes que exigen un diseño inteligente de “Plan de Desarrollo”, como creación artística, que esculpe al final del proceso, la obra que el artista se propuso. Obra que calificará el potencial de “Liderazgo” del Alcalde y Gobernador.
El liderazgo ha adquirido mucha importancia, porque se ocupa del “Cambio”; cada vez, son más urgentes los cambios que las comunidades necesitan, para sobrevivir con dignidad.
Los cambios logran las innovaciones requeridas, en cada acción de gobierno. Ibagué sí que necesita cambios; la institución gubernamental, es la menos confiable por las evidencias de corrupción, por sus pobres normas ambientales, por la desigualdad tributaria (ricos - pobres), por la inercia administrativa, que genera más problemas que gobernabilidad.
Solo un grupo de personas representativas que pertenezcan a la categoría de “Innovadores”, podrán llevar a feliz término el Plan de Desarrollo.
Estos innovadores afortunados deben salir a la calle, informarse, mirar, preguntar, dialogar, escuchar; así como estudian las estadísticas y proponen procesos de gestión, planifican fijando objetivos, estableciendo etapas detalladas para alcanzar los objetivos y asignando los recursos (más de lo mismo).
Por el contrario, al “liderar” un proceso que ponga en práctica un “cambio constructivo”, debe empezar por fijar una orientación con “Visión de Futuro”, junto a estrategias que permitan introducir los cambios necesarios y alcanzar esa visión.
Importante comunicar la nueva orientación a sectores representativos de la comunidad; para lograrlo, es necesaria la “motivación e inspiración” para que la comunidad avance en la dirección adecuada, potenciando todos los valores humanos, que muchas veces no son aprovechados debidamente.
Ilustro lo expresado:
Se puede perder mucho tiempo y energía defendiendo formas obsoletas de pensar y de actuar sólo porque nos son familiares y a causa del hábito. Podemos continuar valorando lo que alguna vez fue útil, sin razón alguna, excepto que nos hemos acostumbrado a un sentido particular del valor. Una de las más desafortunadas perversiones del sistema democrático consiste en que los políticos pueden explotar los valores sentimentales más allá del marco dentro del cual tienen un significado útil, que no sea ese mismo potencial de explotación.
Un auténtico reformador con éxito no es alguien que apacigua las ilusiones populares con gestos espectaculares, sino alguien que ve el punto en el que lo verdadero se hace falso y lo bueno se convierte en malo, posibilitando de este modo que se rompa la fuerza contraproducente del hábito y que se cambie a nuevas formas progresivas e innovadoras.
Antigua Sabiduría China: Thomas Cleary.
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