La quijotada es real

María Yolanda Jaramillo G.

El ingenioso Hidalgo de la Mancha nos enseñó, que “las utopías”, son el sitio a donde llega el ser humano, que por amor al ideal, cabalga en la locura de los imposibles.

El “Quijote” es la segunda obra más traducida del mundo, después de “La Biblia, creando la materia prima en donde se tejen los sueños en el mundo de ficción”. Es una síntesis del espíritu humano, el materialismo reflejado en Sancho, y la utopía de la mente del Quijote; que al final terminan intercambiándose.

La estatura humana de quien la creó “Miguel de Cervantes Saavedra”, trascendió como el autor de la más grande novela de todos los tiempos, en la Europa del siglo XVI.

Hace unos años, la Casa Editorial “El Tiempo”, publicó Grandes Biografías, serie de fascículos con los cuales se dieron a conocer los “Personajes que cambiaron el mundo”, en primer orden fue ubicado “Miguel de Cervantes Saavedra”, autor del inmortal “Don Quijote”, seguido de una serie de personajes, de grandes conocimientos, principios y verdades que los hicieron llegar, hasta lo insospechado de su fe y sus creencias.

No se sabían dueños de la verdad, sólo la buscaban… Me atrevería a pensar que ellos seguían la filosofía de Voltaire: “algún día todo irá mejor, esta es nuestra esperanza”.

“Y tal esperanza podría no llevarse a cabo, si no aportamos nuestro esfuerzo; el desarrollo de la humanidad, podría estancarse y todo se perdería”.

(Giovanni Rual ~ “La razón de los ilustrados”).

Cada uno de estos personajes cumplió sus utopías, yo las llamo “Quijotadas” porque sí existen los Quijotes en el mundo de lo posible como:

- Leonardo Da Vinci: El Maestro de todos los saberes;

- Alejandro Magno: el Gran Conquistador del mundo antiguo;

- Mahatma Ghandi: El Apóstol de la No Violencia.

- Teresa de Calcuta: La Madre de los desheredados.

- Jesús de Nazareth: el Hijo de Dios y el Mesías.

En la generación de grandes hombres, está el nombre de una mujer consagrada, que buscó contemplar a Dios en el corazón del mundo, a los que tienen hambre de amor, están desamparados, no tienen a nadie.

La Madre Teresa de Calcuta veía en ellos la imagen de Cristo, como fuerza que construía su fe. Fue canonizada el 4 de septiembre de 2016 por Su Santidad el Papa Francisco.

La Madre Teresa da ejemplo a la Iglesia Católica, como exigencia de acción misional, hacia los más pobres en bienes terrenales, y los más pobres en vivencia espiritual.

Los Santos son el testimonio viviente de Dios en el mundo, y la Madre Teresa así lo registró, como imagen de Dios en el mundo de los desheredados. ¿Seguirán existiendo Quijotes?, ¿dónde estarán……?

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