Vencedor: No es el que comienza, sino el que termina

María Yolanda Jaramillo G.

Apliquemos esta máxima, al momento que vive el país. La búsqueda de la Paz ha permitido a los últimos gobiernos crear escenarios, unos de acercamiento y diálogo y otros de guerra. En 1990 abrió diálogo Virgilio Barco, con el “M-19” y el “EPL”; César Gaviria intentó con las “Farc”, con “ELN” y el “EPL”; se iniciaron en Caracas en 1991, después de varias conversaciones, fueron suspendidos.

En el gobierno de Samper (1994-1998) hubo acercamientos con el “ELN”; no concluyeron. En 1998 con Pastrana, se inició los diálogos con las “Farc”, en San Vicente del Caguán (zona de distensión), con cita al jefe guerrillero Manuel Marulanda, no asistió (silla vacía).

El expresidente Uribe en sus años de gobierno (2002-2010) también se acercó al grupo guerrillero - “Farc”; después de un tiempo de acercamientos, se terminó en el 2005.

En el actual gobierno de Juan Manuel Santos, se retomaron los diálogos, empezaron el 18 de octubre del 2012; por consiguiente, se cumplen cuatro años de negociación permanente, que dio como resultado la firma del “Acuerdo de Paz”.

El Plebiscito con el No, nos coloca delante de una apremiante página en blanco, todo parece ser borrado, por lo cual, nos sentimos desorientados, especialmente los del Sí, como si la brújula que marcaba el Norte de las aspiraciones, se hubiera extraviado.

Este suceso conduce a Colombia a un propósito central:

– Establecer una comunicación clara, precisa, que permita entender las perspectivas que pueda tener la otra parte (tanto el Sí como el No); y de esta manera, ampliar la visión limitada y sesgada, que cada uno puede estar teniendo.

Al involucrar a las personas que puedan disentir, y tener que interpretarlas, hacen ver la situación de una manera por completo novedosa; porque el manejo constructivo de conflictos, depende en gran medida, de una buena comunicación entre las partes.

Lo positivo y ventajoso de esta crisis, es que ninguno de los actores principales del “Acuerdo”, se sienten fuera del campo de juego; siguen en él. Por ejemplo: “Timochenko” dice: “al pueblo colombiano que sueña con la paz, que cuente con nosotros. La Paz triunfará”.

El expresidente Uribe manifiesta: “Queremos aportar a un gran Pacto Nacional”. El exprocurador Ordóñez: “Trabajar conjuntamente para concertar un Acuerdo con la guerrilla, que tenga el respaldo de los ciudadanos”, y el presidente Santos manifestó: “Con la voluntad de Paz de todas las partes, podremos llegar pronto a soluciones satisfactorias”.

“Si estas expresiones son sinceras, tienen ya identidad y fuerza obligante Moral, para con todos y cada uno de los colombianos, porque nacen de la responsabilidad y del corazón de quienes como actores directos del fin del conflicto, se comprometen con la paz”.

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