Comentario sobre el día sin IVA

José Adrián Monroy

La pandemia ha despertado toda clase de opiniones, pensamientos, sentimientos y comportamientos inusitados e inesperados que naturalmente, son la consecuencia de un acontecimiento que no estaba dentro de las cuentas de nadie.
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Fruto de esta incierta situación, todos, sin excepción alguna, hemos tenido que improvisar para sortear la llegada del Covid a nuestra vida. Lógicamente, por la responsabilidad que implica administrarnos y dirigir los destinos del país, es el gobierno en todos sus niveles: nacional, departamental y municipal, el que más presión recibe y el que más expectativas genera por cómo le dan manejo a la crisis.

En este sentido, el gobierno del presidente Duque decretó, con el propósito de darle un respiro a la estrepitosa caída de la economía colombiana, 3 días sin IVA - impuesto de valor agregado -, que grava la gran mayoría de bienes y servicios que consumimos; para que el comercio se reactivara y dinamizara todo lo que confluye alrededor de este importante gremio.

El primer día fue el viernes pasado, un día que resultó ser paradójico y de contrastes por varias razones: por una parte, porque estamos ante el pico más alto de contagios del coronavirus, alrededor de tres mil casos confirmados diarios, por el otro, pues se levantaron todas las restricciones existentes, pico y placa, pico y cédula, y ampliación del toque de queda para que las personas pudieran aprovechar el día del descuento y por último, la falta de conciencia de lo que atiborraron los centros comerciales y almacenes de cadena olvidando el riesgo que produce estar entre multitudes.

Algunos culpan al gobierno exclusivamente por el desmadre que ocurrió, sin embargo, considero que la culpa es compartida. Es cierto que el Gobierno nacional debió esperar a que la curva de contagios descendiera para darle a las personas la posibilidad de circular libremente para hacer sus compras, también lo es que la indisciplina e irresponsabilidad de nuestra sociedad floreció ese día, puesto que a muchos poco les importó el riesgo de contagiarse con tal de poder adquirir lo que querían.

Económicamente hablando el día fue exitoso, así lo han dicho los expertos. En Ibagué por ejemplo, de acuerdo a las cifras dadas por el alcalde Andrés Hurtado, los comerciantes incrementaron sus ventas de electrodomésticos y tecnología en un 53%, y en vestuario un 38%, es decir que el objetivo se logró.

No obstante, la discusión surge por cuenta de querer polarizar el debate reduciéndolo a la disyuntiva de decidirse por la economía o por la salud; cuando para poder sobrevivir deben coexistir la salud y la economía, la una no puede excluir a la otra. Así que para los próximos días sin IVA, el gobierno tiene que replantear las condiciones priorizando las ventas por internet y siendo mas rigurosos para las presenciales; y en cuanto a la gente, eso merece un escrito aparte...

JOSÉ ADRIÁN MONROY TAFUR

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