La Ibagué de mis recuerdos

Por ejemplo, en estos días de octubre recuerdo las pedidas de dulces en el único centro comercial que tenía escaleras eléctricas en esa época: el Centro Comercial La Quinta.

El paso obligado por el Centro Social de Cádiz, donde vivimos tantos remates de las fiestas de junio, la comida de pollo de Kokoriko en la 12 luego de ir a comprar cosas en el Ley o el Tía; son recuerdos que permanecen anclados en los olores y las cerradas de ojos cuando se quiere llamar nostalgia.

Los paseos de domingo al Parque Deportivo que se comió la corrupción, las empanadas y los pasteles del gordo en la 10 con 5ta, el Monumento a la Música que dio paso a una de las pocas obras de infraestructura vial en Ibagué como es el viaducto de la 80, las tocadas de puerta de diciembre con Tropicana y su equipo, las antiguas casonas de la Pola que le han dado paso a edificios y restaurantes, el famoso domo y salón de eventos en el lugar donde queda Multicentro; entre muchas otras cosas más, hacen parte de mis recuerdos de esa Ibagué que todos amamos y soñamos con verla prosperar.

Hoy hemos avanzado en muchas cosas, sobre todo en expansión de edificaciones, pero nos falta mucho más. Nos falta la 103, el viaducto de la 60, y nos falta mayor inversión en temas de cultura, deporte y arte. Necesitamos creernos el cuento de ser la ciudad musical y aprovechar la ubicación estratégica que tenemos para no ser ciudad de paso.

Es momento de dejar las polarizaciones y los odios que tanto daño le han hecho al país y por ello, sigo reclamando una oposición democrática y constructiva porque con ellos también se construye ciudad. Esta ciudad es de todos y para todos. ¡Despertemos!

PD: Quiero agradecer públicamente al personal de la Clínica Medicadiz por su amabilidad conmigo el pasado lunes, luego de mi pequeño accidente.