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Todo esto dentro de un clima de angustia, depresión y afectación para muchos en su salud mental. Este es el angustioso panorama que vivimos, el cual nos muestra a un gobierno que está totalmente desconectado de la realidad que se vive. El exministro de Hacienda, sus asesores, el Presidente, la Vicepresidenta, y demás funcionarios, parece que ignoran, que por causa de la pandemia se perdió una década de avances sociales, el Dane reveló que los habitantes en situación de pobreza aumentaron en 3.6 millones; lo cual hizo que el 42.5% de la población (21 millones) eran nuevos pobres. Las cabeceras urbanas aportaron en esto, la mayor medida.
Nos preguntamos ¿el gobierno lo ignoraba? O es que están dentro de una burbuja, o han construido un búnker para evitar mirar alrededor y saber qué pasa; pero son tan altas sus murallas, que ni siquiera, la peor crisis que sufre la humanidad en 100 años, les ha permitido ser conscientes de la afectación sanitaria y económica que padece la población; de ahí que el equipo de gobierno seguía en su intención de imponer la reforma tributaria, y quizás muy orgullosos por la oportunidad que tenían de legislar para el “Bien del país”, que triste verdad. Al respecto, el Presidente en entrevista con la Revista Semana, Mayo, cuando se le preguntó ¿la reforma es indolente especialmente con la clase media? él responde: No, lo que buscamos es que tengamos un concepto de solidaridad, y los que más tienen aporten… ¿es esa la verdad?.
También el Presidente se refiere que era el momento, para dejar una nación estable en sus finanzas y con programas sociales, no era el momento de tener ese sueño de futuro, se nos demuestra que quien desconoce totalmente la realidad que se vive, piensa de esa forma. Al gobierno en este momento de crisis, según criterio de la mayoría, le correspondía la responsabilidad de atender tres aspectos fundamentales, el primero, atender a la población mas vulnerable (lo cual se podría hacer sin la tributación marcada en la reforma); el 2.8 en pobreza extrema; segundo, el cumplimiento de la vacunación masiva en las fechas proyectadas; tercero, el diseño de un plan de reactivación económica para empezar a ejecutar, y heredarlo al nuevo gobierno. Con esto que acabo de expresar era suficiente para decir que hizo un buen gobierno, pero se quería hacer más de lo debido, y ahí estamos sufriendo sus consecuencias.
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