La historia da sentido al presente

María Yolanda Jaramillo G.

El próximo 14 de Octubre Ibagué festeja como es debido, a la altura de su rango de ciudad progresista y culta, la conmemoración de los 471 años de su existencia, desde su fundación en 1550.
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Cuando la expedición del capitán Andrés López de Galarza llegó a una planicie, con caudalosos ríos de agua cristalina, habitada por nativos no guerreros, dedicados a la agricultura. El gran señor, Cacique Ibagué, los recibió con demostraciones de amistad. Los expedicionarios llegaron apesadumbrados por el fracaso de no hallar minas de oro. La gran hospitalidad del Cacique los anima a declarar en nombre del Rey de España estas tierras, denominándola Ibagué, en homenaje al Cacique; se lleva a cabo el ritual acostumbrado en las fundaciones, procediendo luego a la distribución de solares y encomiendas entre los compañeros de la expedición. Los nativos no aceptaban estas posesiones españolas, especialmente el grupo guerrero de los Pijaos, quienes atacaban estas poblaciones, lo cual, propició que se trasladara a otro sitio, el que actualmente ocupa la ciudad. Sin embargo el ímpetu del Pijao no paraba de atacar estos territorios, prolongándose hasta  1608, con el inicio del exterminio de estos nativos guerreros por mandato de la Corona Española, hasta reducirlos a un reducto de mujeres y niños,  que pasaron a ser esclavos y sirvientes, lo cual, permitió prolongar en el tiempo la permanencia de la Nación Pijao; cuya virtud suprema era la valentía.

Muy posteriormente en esta apacible, comarca, empezó una vida sosegada, romántica, sin afanes, destacándose en la población el talento musical. En el siglo 19 apareció en un periódico francés un articulo titulado “Ibagué ciudad musical” con el seudónimo Conde de Gabriac, el cual le dio ese título honorífico. En el siglo 20, Ibagué ingresó como ciudad musical con una banda marcial, creada por el gobernador Manuel Casabianca, y una escuela orquesta de música, dirigida por el maestro Alberto Castilla, este ambiente propicio, que se fuera desarrollando, lo que después, fue denominado “Conservatorio de Música” del cual, surgieron los reconocidos “Coros del Tolima” con triunfos resonantes en Europa, Tras la muerte de Alberto Castilla asumió el liderazgo la admirable ibaguereña Amina Melendro de Pulecio, quien promovió, importantes congresos y certámenes musicales, como el Concurso Polifónico Internacional “Ciudad de Ibagué 1977”.

Uno de los más grandes legados de generación musical en Ibagué ha sido la familia Buenaventura, en relación a la música popular y como composición culta o clásica, con Oscar Buenaventura, como concertista internacional, en la misma generación está Leonorcita Buenaventura de Valencia, excelente compositora y profesora de piano; su padre Juan Nepomuceno y su abuelo José Joaquín sobresalieron como intérpretes musicales. La marca de Ibagué esta en la música, por lo cual, la Alcaldía asumió un gran compromiso histórico, al postularse como ciudad creativa de la música, ante la Comisión Nacional de Cooperación con Unesco (Sept 2020), postulación que le permite desarrollar estrategias de generación de empleo y de inversión. De lo cual tendremos algunos resultados en la conmemoración del 14 de Octubre, el día del cumpleaños de nuestra ciudad de Ibagué.

MARÍA YOLANDA JARAMILLO

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