Buen viento, buena mar…

María Yolanda Jaramillo G.

12 de Octubre de 1442, el acontecimiento más significativo de la humanidad (recordado el martes anterior), el mayor descubrimiento que sacudió el mundo Europeo, con la apertura de caminos desconocidos, aventuras inimaginadas, para alcanzar las tierras Americanas. 
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El personaje de esta gran utopía “Cristóbal Colon”, su vida esta rodeada de misterio, se dice que era muy humilde, y de ascendencia judaica, no hay datos que así lo demuestren; solo parece que se le reconoce como Genovés, y a Portugal como su segunda patria, donde adquirió gran destreza como navegante. 

En  1486 los Reyes de España Isabel de Castilla y Fernando de Aragón le ofrecieron su ayuda, condicionada al desalojo del último reducto musulmán en sus territorios. Cuando esto ocurrió los reyes cumplieron, brindando su apoyo para la gran hazaña del navegante. Uno de los primeros inconvenientes fue la actitud de resistencia de los marinos, para enfrentarse a la aventura del mar.

Acudió a que se le otorgara el perdón, a quienes en las cárceles optaban por la aventura del mar,  concediéndoles luego su libertad en altamar. En su primer viaje llegó a la isla de Guanahani (San Salvador), siguiendo luego tres viajes, en uno de ellos, lo acompaño su amigo el navegante Américo Vespucio, quien en 1499 concluyó al explorar la desembocadura del rio Amazonas, que las tierras recién descubiertas por Colón, pertenecían a un mundo totalmente desconocido para los Europeos, se trataba de un Nuevo Continente.

Colón vivió en la creencia que las tierras por él descubiertas, eran parte de Asia encontrando así un nuevo camino para llegar hasta Catai (China) y Cipango (Japón). El conocimiento en esa época en relación al mundo era muy limitado, los europeos solo conocían la existencia de sus vecinos africanos, y una parte de Asia, por medio de las crónicas de los viajes de Marco Polo, que los llevaba a lugares envueltos en la fantasía, inspirada en su libro Maravillas escrito en el siglo XIII.

Marco Polo, Colón, Américo Vespucio, enriquecieron la literatura, el arte, la geografía y la historia;  igualmente Alexander Von Humboldt naturalista alemán, quien en compañía del botánico Francés Bomplat, en el siglo XVIII aportaron su conocimiento científico al nuevo continente. Colón el gran navegante reconocido como pionero, en abrir la ruta de navegación; a él le siguieron muchos expedicionarios de todas las partes de Europa algunos recibieron el titulo de “descubridores” , por su gran capacidad intelectual, para identificar topografía, fauna, flora, población,  etc, por ejemplo Juan de la Cosa, quien acompañó a Colón y luego organizo siete expediciones, fue considerado como el mejor cartógrafo de la época; Balboa descubrió el mar del sur (Océano Pacifico), Ojeda gran parte de la Costa Colombo – Venezolana, la lista es larga, pero muy pocos son reconocidos. 

Existió un segundo grupo los “conquistadores” que buscaba la quimera de “El Dorado” quienes escribieron las páginas más crueles de la historia de América, ellos diezmaron la población nativa y arrasaron con violencia su cultura. Hoy en nuestro siglo XXI es muy preocupante que se insista en rendir culto público,  a uno de estos personajes, que perteneció a esa nefasta época; lo cual, demuestra mucha indiferencia, o gran ignorancia, a los hechos reales que la historia nos revela.

MARÍA YOLANDA JARAMILLO

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