Reconocido historiador
Que conquistó el corazón
De muchos Ibaguereños
Quienes evocan
Con urgencia manifiesta
Honor y Gratitud
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Dedicó gran parte de su vida
A la noble
Misión intelectual de servir
Rescatando la historia oculta
Perdida en los anaqueles y bibliotecas
Donde reposa en letra muerta
Cuya fuerza del olvido
Somete a los pueblos
A un destino que no les corresponde
Reivindicó el resurgir de la historia
Como destino de identidad
Consagrando su diario vivir
A promover Conciencia Histórica
Con erudición y amenidad
Fruto de su rigurosa educación
Como Investigador
Consideraba el pasado
Como una fuente
De experiencia compartida
En paralelismo con el presente
Vivenciando así, la historia,
Como añoranza de
Un mejor destino
Fue el gran símbolo
De la Institucionalidad
De la Academia de Historia
34 años de servicio
Con magia, sueños y esperanzas
En un ritual, de lealtad
Y servicio permanente
Su alma noble
No conocía la malicia del adulto
Ni la prepotencia
De quien lo merece todo
Humilde, sencillo, tierno
Fue su marca de vida
La soledad,
En ausencia de su familia
Fue su gran dosis diaria
No pedía nada, ni reclamaba atención
Su silencio, demostraba todo
Los bienes materiales
Le fueron esquivos
Privándolo de un
Mayor disfrute de la vida
El destino perfeccionó su muerte
Le permitió irse
Como ciudadano de a pie
Cuando transitaba la calle
Espacio que disfrutaba recorrer
En tertulia cotidiana,
Con sus amigos y conocidos
No calificaba en este mundo,
De apariencia y soberbia
Solo la fuerza de su espíritu
Noble y perseverante
Lo llevo a ser grande
Entre los grandes,
De la Historia del Tolima.
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