La voz de África - Desmod Tutu

María Yolanda Jaramillo G.

Se escucha en Colombia, para mover voluntades de abrir espacios, que permitan generar conciencia de cohesión social más fuerte, y más básica en la evolución humana; donde “El sabio Maestro de Vida” es cada tiempo vivido, que se extingue en cada calendario recorrido. El sobrevivir es un privilegio, por ocupar un lugar especial en la existencia. Somos herederos del Siglo XX y sobrevivientes en el Siglo XXI, donde la cultura moderna es muy poderosa, se investiga, se descubre, se crece… pero también aumenta, a pasos gigantescos la incertidumbre, sobre el valor y sentido de la vida. 
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Desde las lejanas tierras de África, surge la voz de alguien, que en la madurez de su vida, entrega un legado de acción y sabiduría, el Arzobispo Sudafricano Desmod Tutu, fallecido recientemente (diciembre – 2021). Él nos demuestra con sus palabras y acciones el reconocimiento del valor de la vida, cifrado en su verdadero sentido, expresando: “Llegamos a un punto en el que necesitamos dejar de sacar cuerpos de la corriente del río. Debemos ir río arriba y descubrir qué hace que esos cuerpos caigan al río”. “La transformación comienza en cada uno, sin importar quién eres, sin importar que has vivido, sin importar cuánto estás sufriendo. Transformarse es posible. No nos sanamos en soledad. Cuando nos conectamos con otros – cuando contamos nuestras historias le ponemos nombre al dolor, perdonamos y renovamos nuestras relaciones – el sufrimiento empieza el camino de la transformación”. “Siempre ha sido fácil, y hasta ahora nos damos cuenta, categorizar países y naciones. Usted sabe así quiénes son sus enemigos y en quién se puede contar como colaboradores o amigos, y, lo más importante, ya tiene claro quién será su chivo expiatorio cuando necesite culpar a alguien porque algo sale mal” (Tiempo - Diciembre  2021).

En la lectura de sus palabras, se reconoce emociones propias de la expresión religiosa, y más aún si es un religioso como el Arzobispo, pero en su contexto general él centra su atención en su papel de constructor y defensor del verdadero sentido de comunidad. En él prevalece lo social, se afirma con fuerza, en la realidad que se vive, usa la alegoría y lo simbólico especialmente al expresar: “Necesitamos dejar de sacar cuerpos de la corriente del río, ir río arriba y descubrir por qué caen al río”, su razonamiento hace parte de lo explícito de los males que agobian a Colombia, violencia, corrupción, degradación ambiental, desigualdad social, afectación mental. En un juego de suma cero (mi beneficio es su pérdida) contexto en el que por muchos años transita el país. Al expresar, ir río arriba es una invitación a contravenir lo establecido, es ir contra la corriente, de todo aquello que predomina; abuso del poder en todas las instancias  y un pésimo manejo del erario público, justicia que no aplica para los indefensos, tolerancia y aceptación de la población en pobreza y miseria sin solución de fondo que la erradique. El admirado Obispo nos sugiere otro destino para el país, solo un gran criterio de conciencia social lo permitirá.

El Arzobispo de Desmond Tutu es un genial retratista del tiempo en que vivimos.

María Yolanda Jaramillo G.

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