El Corpus Christi, teología de la historia

María Yolanda Jaramillo G.

Esta especial solemnidad religiosa, une el pasado con el presente.  Surge desde el siglo XIII cuando era costumbre, que el pueblo cristiano expresara su fe,  con la procesión del “Santísimo Sacramento” lo cual,  muy pronto se convirtió en la fiesta del “Corpus Christi”, empezó en la diócesis de Lieja (Bélgica), años más tarde, el Papa Urbano IV la extendió a la Iglesia Universal, como una de las más gratas expresiones del pueblo cristiano. 
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Su intención, era la acción de gracias al Sacramento Eucarístico. Investigando en la Teología de la Historia de la revelación, en el antiguo testamento, Dios siempre se presenta como padre que alimenta a su pueblo, y lo salva de la muerte. 

Se anuncia “paraísos terrenales” como escenario de Adán y Eva,  que vive la armonía con Dios Padre,  consigo mismos y con todo lo creado, en un esplendoroso jardín, en el cual estaba el “árbol de la vida” plantado en medio de este paraíso terrenal, y el árbol del conocimiento del bien y el mal. Cuando Melquisedec bendice a Abraham y le ofrece Pan y Vino (Génesis),  cuando cada familia del pueblo Hebreo debía inmolar un cordero sin mancha,  cuya sangre sería el signo que los salvaría del ángel exterminador (Éxodo). 

“Igualmente protegiendo en el largo camino, que el señor tu Dios te hizo recorrer por el desierto, durante esos  40 años,  te afligió y te hizo sentir hambre, pero te dio de comer, el MANA, ese alimento que ni tu, ni tus padres conocían,  para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino todo lo que sale de la boca del Señor” (Dt 8). “Igualmente conduciendo a su pueblo hacia la Nueva Jerusalén”, al borde del torrente del Tigres y del Éufrates, que en sus dos orillas, crecerán árboles frutales, de todas las especies; no se marchitan sus hojas ni se agotan sus frutos, y todos los meses produjeran nuevos, porque el agua sale del santuario,  sus frutos servirán de alimento y sus hojas de remedio” (Ap 22).

Entendemos que desde el comienzo de los tiempos,  Dios siempre manifestó su Amor  y Misericordia hacia la humanidad. Las verdades de fe nacen  desde las sangradas escrituras en  la Revelación  y la Historia de Salvación. Son una sola unidad, en los designios de Dios. La Revelación comunica y anuncia para que en perfecta coherencia con el Nuevo Testamento se complementa y fortalece nuestra “Razón de Fe”. Jesucristo es el centro y corazón del Nuevo Testamento,  como cáliz y pan que alimenta y salva.

“El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, yo lo resucitare en el último día”. En esta conmemoración que se anuncia la Iglesia vive el sacramento Eucarístico el cual  puede compararse a la misma experiencia,  de los discípulos de Emaús,  en el contacto directo con la persona real de Jesús. 

En el Tolima el “Corpus Christi”, se conmemora especialmente en le Guamo, donde engalana sus calles, con arcos que manifiestan la fecundidad de la tierra, exhibiendo en ellos sus abundantes productos.  Se instalan 11 altares  y a cada uno llega la procesión, honrando la presencia de Dios Eucaristía con toda la comunidad veredal, expresando así alegría y el reconocimiento de nuestra fe Cristiana. 

MARÍA YOLANDA JARAMILLO

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