OPERACIÓN ESPERANZA, HISTORIA DE UN MILAGRO

María Yolanda Jaramillo G.

La “Operación Esperanza”, es el hecho de nunca olvidar, por el rescate que permitió lograr el milagro, de la supervivencia de los cuatro niños indígenas, encontrados en territorio selvático.
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Este suceso imprevisible e impactante y cuyo resultado final, fue el encuentro de sobrevivencia de los niños, después de  40 días  de caminar por este territorio inhóspito. Para  la imaginación popular,  este final  era imposible, una fantasía, una ficción, imposible de ser realidad. 

¿Será que en nuestra mente, predomina una visión reduccionista, a la cual nos acostumbramos? ¿O diariamente minimizamos, la argumentación, el razonamiento y la lógica?..., lo cual nos permitiría crear imágenes dialécticas, que permiten la interconexión con los diferentes agentes que fundamentan conceptos y acciones, que permiten lograr resultados inesperados. Para ello, no se requiere un conocimiento especifico,  y no tiene nada de filosófico; simplemente es tener una mentalidad abierta y con suficiente empatía, para poder plasmar en imágenes dialécticas el derrotero a seguir hacia la conquista de una meta, que necesariamente debe ir acompañado con el concurso de varios, en un colectivo. De esta manera se posibilita “engendrar” el resultado deseado como sucedió en la “Operación Esperanza”.

Esta operación  nos traslada en nuestra memoria a siglos atrás, en el recuerdo y el paisaje, donde el espíritu caminante de nuestra raza, se encontró con la conquista española, que doblegó la población indígena, y la convirtió en un derecho patrimonial que configuro una rentable empresa, la cual garantizaba su funcionamiento si se tenía un gran botín, y muchos esclavos  que aportarán trabajo en los territorios de los cuales se apropiaba el conquistador. En esta época de la conquista, se inauguro el comienzo del Antagonismo entre la Cosmovisión del Nativo y el Español, que aun perdura. Sin embargo  hoy, en pleno siglo XXI se une la Cosmovisión de los comandos de inteligencia, la tecnología y la fuerza militar; con la Cosmovisión de la guardia indígena, que ofrece sabiduría y pertenencia territorial, heredada de los ancestros. 

Los nativos heredan el conocimiento del territorio y la fuente de riqueza que ofrece la naturaleza. Para ellos la naturaleza es su Madre siempre se han referido con los respetuosos términos de “Madre Tierra”, “Madre Agua”, “Madre Monte”, siendo muy conscientes del mito sobe el origen del mundo, como acto genésico en que la madre tierra fue fecundada por el Padre Cielo, de ahí su vinculo con la matriz, cuya misión es engendrar, procrear y proteger. 

En su honor se ofrecían rituales a la “Madre Tierra” dando gracias por la abundancia de sus frutos, por el agua, el aire, la tormenta como el rayo y el trueno, como símbolos de su fuerza y poder. Su alimentación estaba centrada en la variada gama de tubérculos, como la yuca, el ñame, la batata; curiosamente se constato que los niños pudieron sobrevivir, al consumir de forma permanente la Fariña, un tipo de harina derivada de la yuca. 

Además del aporte de la Fuerza Militar y la guardia indígena se destaca la valerosa labor del perro Wilson, con especial entrenamiento, que contribuyó, en forma decisiva al rescate, se prolonga su búsqueda porque sin él, el regreso a casa queda incompleto. En esta operación hay muchas circunstancias inexplicables,  para la sobrevivencia de estos niños, que la ciencia y el razonamiento humano  no puede explicar,  lo cual, solo la FE de nuestra razón religiosa, encuentra explicación para ello.


 

María Yolanda Jaramillo

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