Reactivación del turismo en marcha

Miguel Ángel Barreto

La nueva Ley de Turismo aprobada por el Congreso se constituye en un potente y decidido respaldo a esta industria y su cadena de servicios. Habrá que esgrimir que con base en esta reforma se fortalece la competitividad, la formalización empresarial y se estimula la sostenibilidad ambiental.
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De un escenario adverso en el que en junio se estimaba la posible pérdida de más de 110 mil puestos de trabajo en la cadena hotelera y de aviación y Anato contabilizaba 600 mil contratos suspendidos, hoy los eslabones del turismo cuentan con un significativo paquete de ayudas para solventar la crisis derivada de la emergencia sanitaria por Covid-19.

El proyecto de reforma, presentado por los congresistas Ruby Chagui y Horacio Serpa, impulsado por el ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, tuvo desde un comienzo el respaldo y aportes del partido Conservador.

En este espacio y en otros medios de comunicación se publicó la información que daba cuenta de la radicación del proyecto de ley 24 para modificar los artículos 468-1 y 468-3 del Estatuto tributario para dinamizar el turismo y el transporte aéreo y cuyo contenido estaba direccionado a disminuir el IVA de los tiquetes, la gasolina y eliminar el impuesto de salida. Con ocasión de la emergencia por el coronavirus, el Gobierno nacional adoptó parte de la iniciativa por medio del decreto de emergencia económica 575 hasta el 31 de diciembre de 2021.

Posteriormente, el Gobierno nacional y los senadores ponentes lograron incluir y constituir una serie de cambios que uno esperaría redunden en que verdaderamente el turismo se consolide y avance en el objetivo de convertirse en el nuevo petróleo de la economía.

Efectivamente, dentro de las medidas contempladas vale destacar que el IVA de los tiquetes aéreos pasará de 19% a 5% hasta el 31 de diciembre de 2022, lo que se constituye en un estímulo para la aviación interregional y externa, mucho más cuando se prevé una caída en el precio del dólar producto de las expectativas de vacunación contra el coronavirus en Europa y Estados Unidos.

Entre los aspectos relevantes están: la exención transitoria del IVA para la hotelería y paquetes turísticos hasta el 31 de diciembre de 2021. Tampoco se cobrará el gravamen denominado impoconsumo a bares y restaurantes el próximo año.

De igual manera, se crea un beneficio tributario del 25% de la renta para quienes realicen obras de control, conservación y mejoramiento del medio ambiente; sin duda, un enorme avance para el desarrollo sostenible y el ecoturismo. También se establece un estímulo de rentas gravadas al 9% por 10 años a prestadores de servicios en nuevos hoteles construidos en municipios de hasta 200 mil habitantes.

Novedoso lo es igualmente la regulación de las plataformas tecnológicas y los operadores que comercialicen o promuevan servicios de alojamiento y hospedaje, con lo cual se da apertura a la formalización y se combate la informalidad. Asimismo se otorgan alivios financieros, se elimina el IVA de las franquicias y se exonera el cobro por renovación extratemporal del RNA hasta marzo.

En el caso de San Andrés y Providencia, por cada 15 dólares que pague un turista por ingresar al territorio nacional se destinará un dólar para recuperar la infraestructura del archipiélago tras el paso del huracán Iota y se dictan otras disposiciones.

En suma, es importante que los alcaldes del país estén al tanto de esta reforma para que, con una dosis de inversión pública y voluntad política, le podamos sacar su máximo provecho. Mucho más cuando la tarea obligada es reactivar la economía y generar fuentes laborales estables.

MIGUEL ÁNGEL BARRETO

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