Golpes bajos

Con seguridad muchos de ustedes recuerdan esa canción cuyo estribillo dice:

"Erre con erre cigarro, erre con erre barril, rápido ruedan los carros cargados de azúcar al ferrocarril". A las personas con problemas en el frenillo lingual, como el senador Juan F. Cristo, se les dificulta pronunciar el sonido de la erre y, cuando lo hacen, pareciera que estuvieran hablando francés. A mí, en cambio, la dichosa consonante doble me hizo acordar del candidato a la Alcaldía de Ibagué, por el partido de la U.

Es lamentable que esta joven figura de la política local esté siendo afectada por una especie de Alzheimer selectivo. Esto en política es preocupante, porque un candidato enfermo se vuelve vulnerable. Para no ir tan lejos, recuerden lo que Juan Manuel y sus muchachos le hicieron a Mockus en la pasada campaña presidencial: Cuando advirtieron que al lituano le temblaban las manos por el incipiente Parkinson, a ellos no les tembló la voz ni la conciencia para atacarlo y poner en duda su capacidad de gobernar, en un hipotético triunfo de su candidatura.

La particular dolencia de Ricardo, dicen, le hizo olvidar un pacto de no agresión mutua contraído con quien hoy es su principal contrincante. Dicho acuerdo, por esas paradojas de la vida, habría tenido como garante a un antiguo líder de la política tolimense, actualmente detenido por sus errores del pasado.

Como consecuencia de ese olvido, el muchacho se "a...ferró", y puso en práctica, uno de los postulados favoritos del jefe natural de su partido, actual Presidente de la República, que dice: "La política es algo que saca lo peor de la condición humana. Pero si se usa correctamente es muy gratificante".

¿De qué manera sacó a flote ese lado perverso del ser humano? Incumpliendo el pacto, atacando al otro candidato como no se debe hacer ni en el boxeo, golpeando por debajo de la cintura, poniendo a sonar una cuña radial en la que de la forma más burda se editaron, para sacar del contexto, las palabras del rival, haciendo que pareciera decir lo que no dijo, sobre el trillado problema del agua en Ibagué.

No Ricardito, eso no se hace, si sumercé no deja esos resabios, el próximo día de las brujas, que es el siguiente al de las elecciones, no va a recibir esa chupeta tan dulce y grande como una Alcaldía, y le va a tocar consolarse con ganarle en el juego de escondite a su amigo y mentor Juanito Lozano que, como es tan narizón, es muy fácil de encontrar.

En la desafortunada cuña, que no quisiera pensar que fue hecha de mala "fe...rro", Richard dice sobre el asunto del agua: "Lo tengo claro".

Pues, por su proceder, parece que no tiene clara ni siquiera la voz, que se parece cada vez más a la de Helenita Vargas, brille para ella la luz perpetua. En cambio los ibaguereños sí tienen claro que necesitan con urgencia que, cualquiera sea el nuevo Alcalde, les garantice el suministro permanente de agua.

Mientras tanto, y por el rumbo que algunos le han querido dar a la campaña, dan ganas de cantarles así el mencionado estribillo: Erre con erre gamberro, erre con erre cerril, rápido corren los zorros cargados de mañas para confundir.

Credito
EDGAR ANÍBAL MOLANO LOZANO

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