A mi padre Justo

Óscar Barreto Quiroga

Hoy Día del Padre, quise hacer un homenaje al mío, para compartir orgullosamente el ejemplo que fue para mí, para mis hermanos y por supuesto para tantos buenos tolimenses. Tal vez estas líneas, no solo describan a mi padre, sino a muchos hombres tolimenses, que han luchado y luchan por sus familias, sus convicciones y por esta tierra que amamos tanto.
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Mi padre de origen campesino, como todos los campesinos colombianos trabajador incansable, solo pudo estudiar hasta Tercero de primaria, por lo que prontamente se integró a las actividades productivas en el campo; sin embargo, siempre tuvo la característica de tener un gusto especial por la lectura, muy temprano se hizo obrero de Bavaria en Chapetón, donde era nuestro hogar y escaló convirtiéndose en uno de los líderes más representativos del sindicato de esta empresa, de la cual también fue accionista; como padre nos imponía rutinas de trabajo productivo, levantarnos temprano y cumplir en la escuela Uribe Uribe donde estudiamos, eran exigencias imperiosas para Él; siempre nos cultivó el gusto por la lectura, era obligado leer la edición diaria de El Espectador, del cual era suscriptor, así como también nos inculcaba criterio empresarial al incentivarnos tener nuestros propios negocios, recuerdo que con mi hermano Jaime, recogíamos cajas de guayabas que luego vendíamos en la plaza de la 14, incursionamos también, en los negocios de cerdos, gallinas, ganado y café.

Pareciera como si mis abuelos, acertando el futuro con sabiduría de viejos campesinos, que quieren que sus hijos salgan adelante y no sufran lo de ellos, buscaron los nombres de mi padre, Justo Pastor, pues él siempre aplicaba la medida precisa a cada acción y decisión, lo hacía con tanta sabiduría que en el transcurrir de nuestras vidas lo respetábamos y seguíamos más, su gran preocupación siempre fue nuestra formación profesional pero más nuestra formación como personas. No podría hablar del autor de mis días, sin hablar de Central Pecuaria, su gran exitosa obra, nuestra gran empresa, allí confluyeron sin duda su sacrificio campesino, gran criterio empresarial, formación intelectual fruto de la lectura y la observación y por supuesto su disciplina y carácter. Gracias Papá.

Hoy Día del Padre, quiero a cada padre tolimense felicitarlo y exhórtalo para formar a sus hijos en valores, amor por el Tolima, afecto, disciplina, trabajo, solidaridad y respeto por los demás; si así se hace, tendremos unas generaciones de hombres y mujeres que serán el reflejo de su ejemplo y de una buena formación, más allá de las palabras.

ÓSCAR BARRETO QUIROGA

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