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Una mirada que pocas veces nos detenemos a dar es sobre el personal de salud, seres humanos como nosotros, con hijos y padres, con angustias y miedos, pero con la vocación intacta para atender cualquier necesidad, cualquier problema, cualquier imprevisto, ellos héroes y víctimas de un sistema con muchos problemas estructurales de la política de salud en nuestro país, nos enseñan con su entrega y sacrificio, con su amor por lo que hacen, por su entrega absoluta al servicio de los demás.
Celebro la sabia decisión de adaptabilidad a las circunstancias por parte del señor Gobernador, él quien ha sufrido las afugias y avatares del sistema con su esposa paciente renal, asumió la pandemia como un gran reto y decididamente se dedicó a dar continuidad y fortalecer un ambicioso plan de fortalecimiento de la red de salud en el departamento, invirtió recursos históricos y ha puesto un punto de referencia muy alto, en el hospital Federico Lleras, con la participación por supuesto de un gran equipo de trabajo encabezado por el Gerente, sus directivas y todo el personal de este gran hospital de todos, lo propio hizo el Alcalde quien desplegó planes de atención en salud, adaptó el hospital mental y ha medido con tino el proceso de reactivación.
El personal de salud son héroes de corazón y amor, héroes por convicción entregados a los demás, con el más alto nivel de empatía, sensibilidad y compresión de una circunstancia a la cual todos le tenemos miedo, ellos no o tal vez sí, pero la enfrentan por cuidarnos y salvarnos a costa de su propia vida. A ellos mi admiración, respeto y aprecio, batallaremos por seguir mejorando el sistema perverso, para que pase de ser un negocio a un derecho universal eficiente y humano.
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