Borrón y cuenta nueva

Óscar Barreto Quiroga

En nuestro país muchas formulas nos proponen para mejorarlo, en estos tiempos de discursos y retórica engañosa, es el diagnóstico, el lenguaje de odio que genera confrontación y violencia, el que escuchamos permanentemente, metiéndonos en un espiral del que pareciera nunca vamos a salir, resultado de esa actitud de muchos líderes, que piensan más en las próximas elecciones y no en las próximas generaciones.
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Un bálsamo para tanta confrontación y polarización es encontrar líderes constructivos, líderes propositivos, verdaderos sociólogos y antropólogos de la política y del sentir ciudadano, líderes empáticos que observan y toman acciones frente a realidades directas, que afectan a los ciudadanos más necesitados, esos que construyen desde sus pequeñas economías las bases del país, los que pagan una de las cargas impositivas de impuestos más altas de América Latina, me refiero sin duda a mi buen amigo David Barguil, una destacada figura que sin duda tiene talante de estadista y a fuerza de interpretar el sentir popular y de sus acciones y decisiones logró sacar adelante la “ley borrón y cuenta nueva”, instrumento que revivirá financieramente a todos aquellos que condenados estaban por Datacrédito a no acceder a compras diferidas u otras herramientas que a razón de su condición socio económica es la que les permite a mejorar su calidad de vida.

El país sí se puede construir de manera distinta sin invitar a la destrucción, como lo está haciendo el senador David Barguil, siendo creativos y aplicando el que debe ser el modelo económico y de gobierno LA EQUIDAD, para que logremos el tan anhelado equilibrio social, donde existan oportunidades para todos y no privilegios para unos cuantos. El nuevo país debe tener “borrón y cuenta nueva”, borrón para la violencia, la pobreza, corrupción, mediocridad y retórica, cuenta nueva para la equidad, la educación gratuita, la salud universal, el deporte, la competitividad y la infraestructura.

En estos tiempos tan difíciles recibimos un gran ejemplo de construcción social de país, de usar el mandato popular para beneficiar de manera real y directa a los ciudadanos, más de 10 millones de ciudadanos podrán recuperar su vida crediticia, lo que se convierte en un impulso importantísimo para la recuperación económica del país. El país necesita líderes innovadores, cumplidores de sueños, hacedores, basta ya de líderes agitadores, generadores de odios y confrontaciones.

ÓSCAR BARRETO QUIROGA

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