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Según el Ideam las altas temperaturas superaron límites de décadas, los incendios forestales se desbordaron por encima de la capacidad de respuesta de los organismos de socorro, provocando un daño irreversible y hasta irrecuperable de bosques y ecosistemas que duraron décadas en formarse.
Estamos viviendo el resultado de nuestro irresponsable comportamiento, el mundo aun no reacciona, los encuentros sobre cambio climático se han vuelto un saludo a la bandera donde los países desarrollados, máximos responsables de esta grave situación establecen compromisos que generalmente no se cumplen.
En nuestro país tenemos enormes privilegios que de a poco se han venido menguando, precisamente por la falta de conciencia, falta de gestión del riesgo o simplemente arraigadas costumbres, que afectan directamente el ambiente, nuestro desarrollo sostenible y el desarrollo de una vida sana amigable con nuestro medio ambiente.
Se hace urgente avanzar en un ambicioso plan de saneamiento básico en nuestros municipios, cuidado de las fuentes hídricas y formación de vigías ambientales, guarda bosques y gestores del riesgo. Estamos convencidos que solo la generación ce conciencia, logrará establecer una nueva cultura que mitigue y evite la continuidad del daño| tan brutal que hemos causado.
Hoy más que nunca debemos avanzar en establecer planes, proyectos y programas que consideren transversalmente este fenómeno, para ajustar las variables que nos permitan evitar afectaciones en la seguridad alimentaria de nuestra nación, en el daño irreparable a ecosistemas que sostienen vida y en tragedias que podamos lamentar con consecuencias graves.
Generar conciencia y tomar acciones las consignas en presente y futuro, aumentar la gestión del riesgo, que significa, planear más, priorizar inversiones y lograr insertar en planes de desarrollo y planes de inversión estas realidades y visiones es supremamente trascendental.
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