Nuestro carnaval

Entramos en el mes más alegre del año. Ya regresan de todos los rincones de Colombia aquellos coterráneos que no se perderían por nada del mundo esta nueva llegada de San Juan y San Pedro.

Ya inicia en muchos municipios los pregones, las alboradas, las cabalgatas, los reinados y todo el jolgorio que caracteriza a las gentes de nuestra hermosa tierra tolimense. Y por supuesto, como en la canción Vivirás Mi Tolima, ya los tolimenses empezamos a sentir por las venas un tropel de mil vaqueros.

En pocas palabras empezaron las fiestas. Pero lo mejor, es que mañana todos los tolimenses tendremos la oportunidad de iniciarlo con una alegre, colorida, atiborrada, y pacífica movilización: la Gran Marcha Carnaval. Y es que son muchos los motivos que tenemos para unirnos a esta estupenda iniciativa: Esta es la oportunidad para salir a exigir decisiones de gobierno responsables que nos garanticen un ambiente sano para esta y las próximas generaciones.

Es el momento para oponernos tajantemente a cualquier proyecto de desarrollo que amenace con contaminar nuestras fuentes hídricas y nuestros suelos. Es el tiempo para exigir la protección de nuestros páramos y bosques, y de toda la biodiversidad que habita en ellos.

Es la circunstancia para asegurar la sostenibilidad de la despensa agrícola, que para el Tolima y para Colombia, significan las montañas de Cajamarca. Es nuestro turno para salvaguardar las costumbres, la cultura, y el derecho a que no nos cambien de la noche a la mañana las formas de relacionamiento con nuestro territorio.

Es la ocasión para decir que las leyes y normas de nuestro país no pueden ir en contravía de la voluntad popular y de la libertad que tenemos para llevar la vida que valoramos. Es la hora para reclamar el derecho que tenemos los territorios, de planificar el uso de nuestros suelos y nuestros procesos productivos.

Es la época para impedir que por la llegada de proyectos extractivos a nuestro departamento, se genere una profunda degradación social y conflictos entre sus habitantes. Es la oportunidad para que en la antesala de una reñida elección presidencial, quien vaya a ser el próximo presidente de los colombianos tenga que ver y reconocer una categórica demostración de la decisión soberana de todo un pueblo, de defender el agua y la vida por encima de cualquier tipo de interés económico.

Es el evento para no dejar ni la mas mínima duda, de que somos la gran mayoría de tolimenses los que reconocemos el inconmensurable valor del capital natural que tenemos en el Tolima, y que no estamos dispuestos a cambiarlo ni por todo el oro del mundo. Es el momento de reunir campesinos, doctores, estudiantes, trabajadores, negros, blancos, y a todo el mundo, bajo una noble y necesaria causa. Es el espacio para reconocer que lo que está en juego, es ni más ni menos que la vida, el bienestar, y la tranquilidad, de todos los que viven en esta encantadora región de Colombia.

Credito
CÉSAR PICÓN

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