PUBLICIDAD
La fobia anticubana ha llevado a Joe Biden a exacerbar las medidas criminales de su país contra la Isla, sin importarle que también este pueblo esté sufriendo los estragos de la pandemia que hoy asola al mundo. Pese a que Cuba con sus propias vacunas podría inmunizar a la totalidad de su población, no ha podido hacerlo porque su poderoso vecino le ha impedido la importación de jeringas.
De allí que sean de tan significativa importancia las manifestaciones de solidaridad a que alude este comentario, como fueron, por ejemplo, las de China y Rusia, que instaron al imperio norteamericano a suspender su agresión, máxime cuando solo fraternidad han desplegado los cubanos por toda la tierra, especialmente a través de sus brigadas médicas, sin que ni siquiera la crisis humanitaria actual le haya servido de obstáculo para continuar con ellas.
En medio de ese clima, la solidaridad de México ha resultado ejemplar. Su presidente, Andrés Manuel López Obrador, le ha notificado al imperio, de palabra y de obra, que no dejará sola a Cuba: Desafiando sus criminales políticas, recientemente le ha enviado un buque cargado de alimentos, oxígeno y medicinas, con lo cual le ayudará a paliar la difícil situación actual, agravada por las afectaciones que la pandemia le ha producido al turismo, su principal fuente de ingresos.
Por lo que respecta al gobierno colombiano, solo complicidades ha tenido con las políticas de Washington, acentuadas aún más bajo el actual gobierno. Por fortuna, eso no es lo que ocurre en la base social. Dos organizaciones del movimiento de solidaridad con Cuba, Tolima Solidaridad Internacional y la Corporación Colombianos con Cuba -Colcuba- Vilma Espín, están impulsando en Ibagué, para el próximo 14 de agosto, un acto de solidaridad con la Isla, en el cual esperan contar con la más nutrida presencia de todos aquellos a quienes les duela el sufrir de un pueblo que solo amor le ha prodigado al mundo. Su éxito servirá para atenuar las vergüenzas internacionales en que recurrentemente nos pone el gobierno de Duque.
Comentarios