Un paro que demanda solidaridad

Rodrigo López Oviedo

Hubiera querido referirme esta semana al tema político del momento, el cierre de la inscripción de las candidaturas que darán lugar a la provisión de los remplazos de los mandatarios de Ibagué y del Tolima y de sus concejales y diputados, pero la parálisis a que está avocada buena parte de la actividad económica y cultural de la ciudad me hizo cambiar de enfoque.
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Tal vez con excepción del campesinado, ningún sector de la producción, actuado en solitario, había puesto la tranquilidad ciudadana en el estado en que hoy se encuentra, todo por cuenta del alcalde, quien, desconociendo los acuerdos que había suscrito con el sector transportador a comienzos de diciembre de 2022, contrató con  la empresa manizaleña Infotic el recaudo del valor de los servicios que se prestarán a través del Sistema Estratégico de Transporte Público de Ibagué durante los próximos 16 años.

Los acuerdos del 2022 comprometían a la Alcaldía a conformar una mesa de concertación para abordar el estudio concerniente a la implementación de este sistema de transporte, en lugar de darle curso a una iniciativa que había planteado ya Guillermo Alfonso Jaramillo durante su alcaldía, consistente en administrar el Sistema a través de una neoliberal alianza público privada. La mesa nunca se instaló, lo cual dio lugar a que, en las vísperas de las pasadas Fiestas del Folclor, los burlados transportadores tuvieran que adelantar una marcha con el fin de presionar dicha instalación.

Pese a la protesta, el alcalde no solo se mantuvo renuente a cumplir lo acordado, sino que procedió a contratar, horas antes de que entrara en vigor la Ley de Garantías, los recaudos con la empresa manizaleña, pese a tener indicios claros de que con ello se le podría venir encima un paro como el que hoy estamos sufriendo los habitantes de la capital musical.

Calculada a valor presente, la cuantía del contrato es estrambótica, así partamos del supuesto de que la población no crecerá en los 16 años de su vigencia. Tomando en cuenta que el promedio diario de usos del servicio es de 180 mil, en los 16 años el total ascenderá a un mil 51 millones. Como lo pactado es que por cada uso se le reconozcan 400 pesos a Infotic, esta empresa terminará embolsillándose la fabulosa suma de 420.480 millones de pesos; suma esta que podría quedarse en Ibagué si no hubiera de por medio quién sabe qué untadas de mano, que es lo único que justifica que algo que puede hacerse en Ibagué con ibaguereños se contrate con una empresa foránea.

La pregunta es: ¿Se justifica el paro? ¿Merece el apoyo de los Ibaguereños?

Rodrigo López Oviedo

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