Nueva Eps y Viva 1A, un caso para ripley

Rodrigo López Oviedo

Me perdonarán mis lectores que me refiera a un caso personal, pero lo hago por tratarse de algo que pasa muy frecuentemente, y de lo cual estamos en el derecho de exigir inmediata solución.
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No hace mucho recibí de la Nueva EPS una invitación a presentarme a Viva 1A con el fin de practicarme un “examen de sangre oculta de materia fecal” para, supuestamente, detectar la posible presencia de cáncer en mi colon.

En mi fuero interno agradecí tal invitación. Supuse que por fin habíamos entrado a la era de la medicina preventiva, lo cual me motivó a atender, muy agradecido, dicha invitación. El 9 de agosto acudí, entonces, a la dirección indicada en el mensaje, carrera 5ª con calle 43, donde la Nueva EPS presta sus servicios a través de Viva 1ª. Puse en conocimiento del motivo de mi visita a la persona encargada de administrar el turnero, quien muy amablemente, a las 11 de la mañana y 16 minutos, me suministró el turno FM-30 y me indicó que me atenderían en el piso tres, sala uno.

Quiero señalar que a la una de la tarde y 20 minutos, es decir, dos horas y cuatro minutos más tarde, aún no había sido atendido, así que me dirigí a una de las empleadas de tal sala y le manifesté mi situación, ante lo cual, creyendo que yo seguramente era el santo Job, me contestó simplemente que debía esperar a que me llamaran. Por supuesto que no lo soy, y sin embargo esperé hasta la una y 36 minutos, momento en el que ya mi paciencia estaba totalmente colmada.

Me dirigí nuevamente a otra empleada, pues la que me había atendido antes ya no estaba, le manifesté muy cortésmente que llevaba esperando turno desde hacía dos horas y 20 minutos y que necesitaba saber qué estaba pasando. Ella, también muy amable, me manifestó su extrañeza de que tal cosa me estuviera ocurriendo, y me dijo que me iba a dar un turno, pero no para que me practicaran el examen al cual la misma Nueva EPS me había invitado, sino para que visitara a un médico general con el fin de que este me lo ordenara.

A todo lo anterior no se qué calificativo darle. Lo cierto es que, por la respuesta que estaba recibiendo en aquel momento, iba a quedar condenado a visitar a un médico general, sin saberse para cuándo me darían la cita; esperar a que este tuviera a bien ordenarme tal examen; volver nuevamente a la Nueva EPS para que me lo autorizaran; ir al laboratorio a llevar la muestra; esperar los resultados; volver a pedir cita con el médico para que los evaluara y visitarlo para que finalmente me pronosticara, si el examen resultaba positivo, cuántos días me restan de vida...

Es de anotar que presenté mi queja a VIVA 1ª, empresa de cuyo director los empleados no pueden suministrar el nombre. Quise presentarla también a la Nueva EPS, pero atérrense: no pude hacerlo porque ello solo puede hacerse con cita previa. Eso sí, muy amablemente me la dieron para el próximo 14 de agosto, día en el que seguramente no me atenderán, porque con lo alborotados que me quedaron los ánimos, olvidé la hora en que debo presentarme.

RODRIGO LÓPEZ OVIEDO.

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