Ante los resultados electorales

Rodrigo López Oviedo

Algunas veces me he sentido precisado a hacer algún comentario contrario a mis deseos, aunque con la esperanza de estar equivocado.
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Con motivo de la pasada campaña electoral, ese deseo lo sentí con una fuerza especial. Basado en lo que oía, veía y leía, consideré que su resultado no iría a ser bueno para el Pacto Histórico, lo cual incidiría negativamente en la imagen de Petro y su Gobierno del Cambio. Estuve en lo cierto, y ahora me abate una desazón de la que nadie sabe cuándo podré recuperarme. Tal vez cuando vuelva a ver las plazas convertidas en hervideros humanos capaces de convencer a Petro de que el resultado de esta contienda fue un hecho circunstancial, y que puede seguir contando con el respaldo de su pueblo en la implementación de los cambios en que está comprometido.

Dado lo anterior, advertí a un grupo de militantes del Pacto que estaban en trance de votar a la alcaldía por un candidato ajeno, el verde Renzo García, que tal proceder era inconveniente, ya que las derechas reconocerían como petristas solo los votos marcados con el logo del Pacto; que lo correcto era hacerlo por su propio candidato, Marco Emilio Hincapié, pues un voto adverso daría lugar a que señalaran que nuestro presidente había sido derrotado, que se había convertido en un gobernante de minorías y que debería renunciar, lo cual le daría pábulo a esas derechas para continuar con sus planes de golpe blando.

Ante la anterior advertencia, algunos de ellos entraron en cólera, llegando al colmo de eliminarme de un grupo de WhatsApp que, pese a denominarse Pacto Histórico Popular, actuaba realmente como vocero de la candidatura de Renzo. Ojalá nunca tengamos que saber que tales compañeros no eran más que verdes infiltrados en el Pacto. De lo que sí estoy seguro es de que incurrieron en doble militancia al impulsar un candidato de un partido ajeno, en lugar de hacerlo con el de su colectividad.

Claro que la mayoría de los de tal grupo, dado que son personas honestas, deben de estar arrepentidos al ver que las derechas ya están repitiendo lo que se les dijo que dirían. En este momento deben estar buscando cura para que les saque de su cabeza los mil demonios que tienen revolcándose en ella, así. tengan que hacer examen de conciencia, contrición de corazón, propósito de la enmienda y demás recomendaciones del padre Gaspar Astete para poder obtener perdón.

De mi parte, los absuelvo con tal que se comprometan a defender en la calle el proyecto petrista que no defendieron en las urnas. Yo también lo defenderé, y de primero.

Con motivo de la pasada campaña electoral, ese deseo lo sentí con una fuerza especial. Basado en lo que oía, veía y leía, consideré que su resultado no iría a ser bueno para el Pacto Histórico, lo cual incidiría negativamente en la imagen de Petro y su Gobierno del Cambio. Estuve en lo cierto, y ahora me abate una desazón de la que nadie sabe cuándo podré recuperarme. Tal vez cuando vuelva a ver las plazas convertidas en hervideros humanos capaces de convencer a Petro de que el resultado de esta contienda fue un hecho circunstancial, y que puede seguir contando con el respaldo de su pueblo en la implementación de los cambios en que está comprometido.

Dado lo anterior, advertí a un grupo de militantes del Pacto que estaban en trance de votar a la alcaldía por un candidato ajeno, el verde Renzo García, que tal proceder era inconveniente, ya que las derechas reconocerían como petristas solo los votos marcados con el logo del Pacto; que lo correcto era hacerlo por su propio candidato, Marco Emilio Hincapié, pues un voto adverso daría lugar a que señalaran que nuestro presidente había sido derrotado, que se había convertido en un gobernante de minorías y que debería renunciar, lo cual le daría pábulo a esas derechas para continuar con sus planes de golpe blando.

Ante la anterior advertencia, algunos de ellos entraron en cólera, llegando al colmo de eliminarme de un grupo de WhatsApp que, pese a denominarse Pacto Histórico Popular, actuaba realmente como vocero de la candidatura de Renzo. Ojalá nunca tengamos que saber que tales compañeros no eran más que verdes infiltrados en el Pacto. De lo que sí estoy seguro es de que incurrieron en doble militancia al impulsar un candidato de un partido ajeno, en lugar de hacerlo con el de su colectividad.

Claro que la mayoría de los de tal grupo, dado que son personas honestas, deben de estar arrepentidos al ver que las derechas ya están repitiendo lo que se les dijo que dirían. En este momento deben estar buscando cura para que les saque de su cabeza los mil demonios que tienen revolcándose en ella, así. tengan que hacer examen de conciencia, contrición de corazón, propósito de la enmienda y demás recomendaciones del padre Gaspar Astete para poder obtener perdón.

De mi parte, los absuelvo con tal que se comprometan a defender en la calle el proyecto petrista que no defendieron en las urnas. Yo también lo defenderé, y de primero.

 

Rodrigo López Oviedo

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