Ha venido en una transformación cultural que complace y emociona desde el primer momento.

Se siente el afán de cada cartagenero por dar buen trato al turista, asombra observar que tres metros antes se detienen los vehículos para dar paso al peatón, saludan con gran amabilidad los taxistas y procuran agradar al visitante.

Es grato escuchar la respuesta cuando se les pregunta por la gestión de sus gobernantes, en ningún momento se les descalifica, dicen que hay que esperar porque aún es corto el tiempo para apresurarse a dar conclusiones, sin embargo, algunos opinaron que su actual Alcalde lograba hacer más por los habitantes cuando estaba como periodista radial.

Aducen que la razón del cambio de actitud se debe a que desde Judith Pinedo o “María Mulata”, su anterior Alcaldesa, se inició un proceso de capacitación para que se diera un cambio en la actitud de vendedores, transportadores, comerciantes y ciudadanía en general, a través de la educación ciudadana donde incluso interviene el Sena, con el fin de cuidar una de las principales franjas de su economía: El turismo.

Además, se reconoce a Cartagena como una de las ciudades libres de analfabetismo, cuando lograron de manera histórica y ejemplar para Latinoamérica, disminuir al uno por ciento el índice de analfabetismo, viniendo de un  33 por ciento.

Se alfabetizaron 32.258 jóvenes y adultos con la Fundación Transformemos, La Universidad Nacional, la Unad, Cafam, entre otras.  

A ellos, no solo se les alfabetizó a nivel escrito, también a nivel informático, uso de herramientas tecnológicas y a la fecha continúan sus niveles educativos correspondientes. Es un ejemplo que podemos retomar en el Tolima e Ibagué.

Todo lo anterior es más importante para mostrar ante el mundo y atraer turistas, por lo cual debemos sentir que al país entero lo ofenden y dan mal trato los medios de comunicación Internacionales cuando incluso el despliegue noticioso ha sido más amplio y superó el cubrimiento de la Cumbre, viéndose este opacado porque figura más sensacionalista y amarillista el encuentro supuestamente sexual entre algunas jóvenes y algunos agentes del Servicio Secreto del Presidente Obama.

Pero más indignante aún para nosotros como colombianos, que la aerolínea norteamericana Spirit, se haya atrevido de manera oportunista a promocionar viajes a Cartagena como paraíso de turismo sexual.  

Qué abuso, por qué no lo hacen con otras ciudades de su propio país, acaso  este tema es exclusivo de nuestra Colombia, en cualquier lugar del mundo habría podido ocurrir un suceso tan bochornoso como este, entonces que no se sigan ensañando con la ciudad Heróica y respeten a los colombianos.

Afortunadamente el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, en su conversación con el director de Spirit para América Latina, logró que se retirara la publicidad que ya le había dado la vuelta al mundo a través de los medios y le recordó que Cartagena es declarada por la Unesco, como patrimonio “Histórico y cultural de la humanidad”. ¡Qué abusiva aerolínea! ¡Qué abuso con nuestro país!