La pobreza

Sobre los datos de la situación de pobreza de los colombianos, divulgada por el Dane el jueves inmediatamente anterior quisiera sentir que hay cosas buenas, que es posible tener una población que supera sus necesidades básicas insatisfechas. Pero me genera perplejidad el informe.

Que dicha fuera que la pobreza en general y la pobreza extrema o indigencia sigan descendiendo. Pero causa sospecha el hecho de que los datos son ahora más benignos debido al cambio de la metodología para el cálculo de los índices correspondientes.

Increíble que según el Dane, se deje de ser pobre con un ingreso mensual por persona de 194 mil 697 pesos.

Esto corresponde al pago de una factura de celular cuando se controlan las llamadas porque la cifra se supera muchas veces.

Ubiquémonos en Ibagué. El porcentaje de pobreza en nuestra Capital Musical era de 26.6 por ciento en el año 2010 y bajó al 22 por ciento en el 2011, es decir, una reducción del 4.6 por ciento que sería un dato alentador.

La pobreza extrema en Ibagué el año pasado se calculó en un 2.7 por ciento, siendo que en el 2010 era del 4.3 por ciento.  

Son  mejores los resultados para Ibagué que los del resto del país porque, en ese mismo tiempo la reducción de la pobreza general en Colombia fue del 3.1 entre el año 2010 y el 2011 y en cuanto a la reducción de la pobreza extrema, vamos al mismo ritmo del país, que ironía, contradicen el alto desempleo que durante tantos años afecta a nuestra capital, a sabiendas de que a mayores tasas de desempleo es evidente que habrá mayor índice de pobreza.

El grado de desigualdad en la distribución de los ingresos en cada hogar, que se mide a través del Coeficiente de Gini, también es mejor en Ibagué que en Colombia. Aquí teníamos en el 2011 un Coeficiente de Gini de 0.449 cuando el de Colombia era de 0.548, cifras que son más favorables si se acercan a cero.

Pero hay otros hallazgos que se infieren de las cifras que divulgó el estudio del Dane. Una de las conclusiones generales es la tendencia al decrecimiento de la pobreza para casi todas las situaciones a excepción de aquellos hogares donde el jefe es una persona con estudio de técnico o tecnólogo.

Sucede que al relacionar este nivel educativo con el índice de pobreza se encuentra que en estas personas se incrementó la pobreza entre los años 2010 y 2011 al pasar de 14.8 por ciento al 20.4 por ciento, es decir, 5.6 por ciento de mayor pobreza para quienes tienen este nivel educativo en el que el gobierno nacional ha insistido en su aumento.

La pobreza disminuye a mayor nivel educativo alcanzado por el jefe de hogar, situación que no se da en los que tienen título de técnicos y tecnólogos, si nos ceñimos a los datos del Dane.

Otras situaciones trascendentales: hay mayor nivel de pobreza en hogares donde la mujer es cabeza de familia; donde hay mayor número de hijos de 3 años o menores de edad y donde el jefe de hogar tiene menos de 45 años de edad.

Finalmente, pregunto: ¿Por qué, entre 13 ciudades capitales, Bucaramanga tiene los índices de pobreza más bajos? ¿Qué hacen los bumangueses para reducir la pobreza? Supongo entre otras cosas, que Bucaramanga no es una ciudad tan apetecida por los desplazados e indigentes del resto del país como si lo es nuestra ciudad.

Credito
Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

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