Pobreza extrema y empleo en el Tolima

El año 2013 ha comenzado con la divulgación amplia de datos sobre empleo y cifras de pobreza y desigualdad, que suministra el Dane. Dependiendo de la mirada, habrá diversidad de interpretaciones, e igualmente, de cuanto se infiera, se podrá tener en cuenta para proyectos de intervención por parte de nuestros mandatarios.

Es necesario aclarar, que los datos sobre pobreza se hacen sobre una nueva metodología y se desagregan y jerarquizan por departamentos. No se tienen datos sobre las capitales, por ahora.

Entonces, es posible establecer la relación existente entre datos del mercado laboral, principalmente el desempleo, con cifras de pobreza general y pobreza extrema.

Relacionar estos datos del Tolima, con las variables de las características del jefe del hogar: el sexo, su nivel educativo alcanzado, la situación laboral, el número de niños menores de 12 años, el número de personas ocupadas en cada hogar.

Tanto el desempleo como la pobreza han estado disminuyendo paulatinamente en el presente siglo, para todas las variables  de la calidad de vida. Pero esa evolución positiva no es satisfactoria.

Circunstancias laborales y niveles de ingresos de las personas y de las familias están íntimamente relacionados. Entonces, comenzando por el desempleo, es negativo que en el Tolima el total de desocupados esté creciendo y que la tasa de desempleo de 2011 sea igual a la del año 2002.
    
Es como quedarse congelados en una situación problemática. El informe señala, que en el año (2011), en el Tolima tuvimos 133 mil personas desocupadas, 23 mil más que las calculadas para diez años atrás (110 mil) ¡Dios!...  Igualmente, la tasa de desempleo en el Tolima era de 16.5 por ciento en el 2001 y que esta pasó a ser del 17.2 por ciento en el 2011, igual a la de 2002 y bastante distante de la del 2007 cuando fue del 13 por ciento. Ni siquiera evolucionamos al ritmo del promedio nacional en este indicador del mercado laboral.
    
En cuanto a pobreza, esta ha evolucionado hacia su disminución pero lo doloroso está en que cerca de la sexta parte de nuestros hogares están en la categoría de pobreza extrema (el 15.2%), lo cual equivale a decir que en estos hogares no se satisfacen necesidades básicas y que los ingresos diarios apenas rondan los dos mil pesos para cubrir gastos de alimentación, agua potable, vivienda, salud y educación. Dan deseos de llorar.

En el Tolima, entre 2010 y 2011 disminuyó en un dos por ciento la pobreza general y en un 2.2 por ciento la pobreza extrema.  

Por sexo, donde los jefes de hogar son mujeres, la pobreza es mayor, también donde los jefes de hogar son menores de 45 años, donde el nivel educativo es bajo, donde hay desempleados, donde hay mayor cantidad de niños menores de 12 años de edad.

En cuanto a los datos del coeficiente de Gini que mide el grado de desigualdad en la distribución de la riqueza y de los ingresos, ocupamos el décimo lugar entre los departamentos y Bogotá, nuestro dato es mejor que promedio nacional pero lo malo está es que entre el 2001 y el 2011, hubo un incremento de la desigualdad al pasar de 0.519 a 0.531 siendo que la igualdad absoluta sería la de 0.0 y, por lo visto estamos lejos de esa cifra. En Ibagué, es distinta la situación.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

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