El mal sentimiento de la envidia

Según la Real Academia de la Lengua, envidia significa, “tristeza o pesar del bien ajeno, emulación, deseo de algo que no se posee”.

La envidia es un sentimiento que se remonta a épocas históricas y muchos casos se han conocido gracias a los libros.

En cualquier organización dentro o fuera de ella, se percibe muchas veces la envidia reflejada en comentarios maledicentes, difamadores, que desprestigian, transmitiendo apreciaciones que se convierten rápidamente en chisme.

Y es que el envidioso refleja en su rostro el dolor por el éxito, la prosperidad o la felicidad del otro, o de los otros, o de los equipos de trabajo, o de un mandatario, o de una pareja.

El envidioso generalmente es dueño de una baja autoestima, que le impide alcanzar mayores logros o mejores posiciones. Además, según algunos psicólogos, quien sufre de envidia, tiene grandes insatisfacciones en su vida. No se da cuenta que no alcanza más porque él mismo se ha encargado de poner obstáculos a su progreso.

Hay regiones de nuestro país que se han ganado la fama de colaboradores entre sí, de ciudadanos dispuestos al apoyo y búsqueda del bien común, entonces se escuchan propuestas y diagnósticos dirigidos a coadyuvar con quien gobierna, a sumarse al desarrollo del plan que se tenga, a solidarizarse con quien está en la cima y a ser parte activa de las soluciones, no de las críticas, en otras palabras, ayudan a subir y rodean a quien está escalando.

En otros lugares, suele descalificarse con frecuencia en diferentes escenarios a grupos que pertenecen a la misma organización, cuando la postura debe ser otra, teniendo en cuenta que el éxito de un grupo y la imagen del mismo, elevará niveles organizacionales de la misma empresa.

Entonces, en muchas ocasiones se estigmatiza y se califica o conceptualiza sin pensar que la imagen puede deteriorarse afectando parte de un todo.

Las posturas críticas son un derecho, pero cuando dichas posturas tienen intensiones perversas, es probable que se encierren patologías y aberraciones tal vez forjadas desde la infancia, además de ser un sentimiento que se alberga más en aquellos que tienen carencias, liviandad en su vida y falta de generosidad con su entorno.
    
Cómo me encantaría que en nuestra tierra, el trabajo en equipo se viera, la imagen y el buen nombre se preservara para bien de toda una población, no para la estigmatización, porque es muy doloroso saber que fuera de nuestro departamento, sinónimo de tolimense tiene muchos significados, pero en su mayoría descalificadores, hasta el punto de escuchar popularmente: la gente se muere más de envidia que de otro mal.

Según Schopenhauer: “La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren”.

Por su parte, el Quijote dijo a Sancho: “Todos los vicios, traen un deleite consigo, pero el de la envidia, trae disgusto, rencores y rabia”.


En Estados Unidos unos participantes de una investigación, llegaron a despojarse de toda su fortuna, con tal de que los otros no se enriquecieran más que ellos, según los indicadores que se les había dado.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

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