Hablemos de la ley

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El poco conocimiento de las normas y las leyes que tienen los ciudadanos, puede afectar su vida y terminar con problemas de carácter discipilinario, civil, fiscal o penal.

Al servidor público lo disciplina el Código Único Disciplinario, Ley 734 de 2002, a través de las oficinas de Control interno disciplinario; la Procuraduría, y para el caso de los abogados, el Consejo seccional de la Judicatura.

Los jueces civiles se encargan de proferir las sanciones civiles que tienen que ver con lo pecuniario. En el caso penal, son los jueces penales los encargados de sancionar y privar de la libertad según sea el delito.

Los bienes del Estado, con frecuencia son afectados, maltratados y se abusa de ellos, porque se consideran daños bagatelares, es decir, de poca monta. Sin embargo, quien sea denunciado tendrá que resarcir el daño, indemnizando por el delito, según el hecho jurídico.

El tema de la justicia, toma mayor interés en el país, debido a la inseguridad urbana, a la poca eficacia para sancionar delitos menores, que son de común ocurrencia, y que reclama la ciudadanía como actos de inseguridad, que sigue siendo tema prioritario en el debate electoral.

La revista Semana en su última edición, registra el dato de que en el primer trimestre de este año, 79 mil 695 personas, fueron capturadas por la Policía y el CTI de la Fiscalía, de esta cifra, los jueces sólo enviaron nueve mil 167 a la cárcel y otros tres mil 21 tuvieron detención domiciliaria.

Sólo el 15 por ciento de los detenidos terminaron en prisión. A esto se le agregan las prerrogativas a las infracciones de los menores.

La inseguridad se acrecienta, de esta manera, el temor de los ciudadanos en el país, se incrementa. Cómo es posible que queden libres delincuentes que reiteran, gracias a la ley de descongestión de las cárceles.

Así sigue disminuyendo el temor por la justicia, convirtiéndose en un fenómeno social difícil de controlar y que desmotiva a las autoridades para tomar decisiones y capturar los malhechores.

Bogotá, se ha convertido en una ciudad de la que muchos ciudadanos expresan temor por el incremento vertiginoso de delincuencia en todos sus órdenes.

Cuándo se podrá contar con un sistema de justicia que de garantías a los ciudadanos, porque al ritmo que vamos, los homicidios, los hurtos, el concierto para delinquir, el porte ilegal de armas, la extorsión, entre otros delitos, podrán quedar en buen porcentaje, en la impunidad, con una ley que presenta grandes contradicciones.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS O. tatianarojasoviedo34@gmail.com

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