La Gobernanza

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En la primera semana de noviembre se llevó a cabo el Xll Congreso Internacional en Análisis Organizacional, en Cancún, donde hubo gran número de conferencias y más de 300 ponencias de expertos en el tema.

La conferencia sobre la Gobernanza, un término que ha venido cobrando fuerza en el ámbito mundial, y que estuvo a cargo de David Arellano Gault, generó un debate epistemológico y teórico, no sólo por la crisis política que se vive en México, sino por el concepto, que se percibe lleno de ilusiones democráticas y la cercanía que el mismo puede generar en cuanto a ideas y esperanzas.

Podría hablarse de diversas categorías, una de ellas, la gobernaza democrática, con el sueño de que los gobiernos no se consideren los actores centrales, porque necesitan de las sociedades junto con otras organizaciones económicas, sociales y políticas.

Pero como el concepto tiene varias aristas, también se podría pensar en otro tipo de gobernanza, en la cual quien tiene el poder es quien toma las decisiones y quien debe rendir cuentas. Sin embargo, el término es discutido porque se siente como una manera de enmascarar otros utilizados en el español, como por ejemplo control del estado e intereses de clase.

Ahora, se crea un dilema de carácter lingüístico, sin embargo es claro que la gobernaza no es neutral, trae conceptualmente todo un peso ideológico, que puede ser ambiguo y que es necesario debatir, tal como lo plantea Arellana.

La base de la gobernanza, necesariamente deben ser las políticas públicas, pero cómo lograr que éstas den respuesta a las necesidades de seguridad que exigen los países, para el caso, México, que se encuentra en un estado de inverosimilitud porque no se cree en sus gobernantes ni en las ramas del poder público, más aún ante el doloroso hecho de los 43 estudiantes desaparecidos, donde queda una vez más develada la corrupción y la exclusión de la ciudadanía.

Me detengo para conectar lo anterior con los escalofriantes hechos, declaraciones e imágenes presentadas por el Procurador General de México, (con funciones similares a las de nuestra Fiscalía en Colombia), en las cuales se asegura que tres delincuentes del grupo autodenominado Guerreros Unidos, dan cuenta, paso a paso de la forma como incineraron los cuerpos de los estudiantes en el basurero de Cocula a donde los trasladaron, unos asfixiados y otros vivos, que fueron asesinados a bala.

Sin embargo, las familias de los desaparecidos no creen absolutamente nada de lo dicho por el Procurador ante los medios, al respecto y los hallazgos no cesan, puesto que acaban de encontrar otros 30 cadáveres que no corresponden a los buscados y hay nuevos estudiantes desaparecidos distintos a los primeros, ¡Que horror! Quién puede creer así, en su gobierno.

Pero no es menor la falta de credibilidad de los ciudadanos con su gobierno venezolano, el dolor que les causa no contar con los recursos básicos de subsistencia en su país, como el papel higiénico, la leche en polvo y una gran cantidad de víveres o la imposibilidad de disfrutar de un cupo decente en una tarjeta de crédito cuando salen de su país, porque máximo pueden hacer uso de dos mil 700 dólares, so pena de ser sancionados si superan esta cifra, cuando el propio presidente invierte millones de dólares en invitaciones a sus familiares y aliados fuera de su país, por cuenta del Estado. Y lo más grave, el cierre de la mayor parte de los medios de comunicación.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

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