La indiferencia de las mayorías

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

El poema atribuido a Bertolt Brecht, lo retrotraigo a propósito de la indiferencia que estamos viviendo, el silencio de las mayorías, como cómplice de la vulneración de derechos y de la posibilidad de reaccionar ante la violencia. La indiferencia es causa de atropellos y vejámenes de toda naturaleza, y nosotros, la comunidad internacional y los vecinos, ni siquiera nos pronunciamos.

“Primero se llevaron a los comunistas, pero a mí no me importó porque yo no lo era; enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era, después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista; luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó; ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde”.

Leopoldo López, víctima de un régimen de persecución y terror, propiciado por un presidente que no cuenta con méritos para dirigir el destino de un país al que ha condenado a la crisis y a la vida indigna, sin calidad de ninguna índole. ¿Dónde está la intervención internacional, quién protege los derechos humanos cuando en sus propios países se violan? ¿Quién obliga al cumplimiento de tratados internacionales que versan derechos humanos? ¿Cuándo la Corte Interamericana de Derechos Humanos, podrá intervenir?

Como si fuera poco, el maltrato y vulneración a los derechos humanos de nuestros colombianos residentes en el país hermano, no ha ameritado una mirada profunda. Con la paquidermia que caracteriza al país, se han realizado encuentros en Costa Rica, Cartagena y Quito, lo único que ha variado, es la sonrisa indolente que mostraba María Ángela Holguín, la canciller colombiana, que ya ha venido desdibujándose, tal vez para no seguir recibiendo las críticas, por la demostración permanente de insensibilidad.

Ha sido doloroso. Madres en estado de gravidez, hambre, enfermedades, desempleo, despojo de sus bienes, y sin embargo, Maduro, continúa con su investidura y sin que nadie juzgue su proceder, propio de un individuo con problemas serios de salud mental y de intereses mezquinos.

Hasta cuándo tendremos que seguir soportando noticias que no tendrían por qué darse en el siglo XXl, cuando los derechos humanos son protegidos desde los pactos internacionales y adoptados en cada país; cuándo se alzará nuestra voz, al menos a través de las redes sociales, que denoten que no aceptamos y sí nos importa la afectación que se causa.

Hoy veo con beneplácito, el rechazo que los habitantes de Pitalito Huila, hacen ante el asesinato de la joven periodista Flor Alba Núñez, nos dan ejemplo al resto de habitantes del país, que a pesar de ser la inmensa mayoría, no nos interesa, porque a nosotros, simplemente no nos toca…

tatianarojasoviedo34@gmail.com

Comentarios