¿Menores transferencias para alimentación escolar?

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Con preocupación leo en la columna dominical de Mauricio Vargas en el diario El Tiempo (noviembre 15, p.7) que “El Ministerio de Educación acaba de recortar un tercio -algunos calculan que la mitad- de los fondos destinados a la alimentación escolar de los niños de menores recursos”.

Es una información que crea relativa angustia. Si es así, resulta incoherente que el Gobierno nacional esté anunciando altas inversiones en 4.5 billones de pesos para construir 31 mil aulas en el país destinadas a la implementación de la Jornada Única y simultáneamente recorte las transferencias para el Programa de Alimentación Escolar, PAE. Sería una ratificación expresa de que a nuestros mandatarios les gusta la inversión en infraestructura y específicamente en infraestructura escolar, más que a la intervención sobre los factores relacionados con la formación humana y el bienestar de los estudiantes que repercute en las familias.

Los recursos para atender el PAE en todo el país, se han estado incrementando anualmente, eran 766 mil 480 millones de pesos en 2014 y pasaron a ser 821 mil 139 millones de pesos en 2015, según el Ministerio de Educación Nacional.

En Ibagué, los recursos financieros destinados a los gastos en desayunos escolares no han tenido una distribución constante. En 2011 fueron ocho mil 180 millones de pesos que pasaron a ser siete mil 254 en 2015, con la contribución de aportes de la Nación a través del Icbf/MEN y del Municipio. En 2011 el aporte municipal para alimentación escolar era equivalente al 41 por ciento (tres mil 374 millones), porcentaje que descendió al 23 por ciento (mil 670 millones de pesos), como lo ha expresado Diego Guzmán, actual secretario de Educación municipal.

¿Qué pasará con la implementación de la Jornada Única, siendo que requiere mayores recursos financieros para ofrecer almuerzo a los estudiantes donde se acoja el programa?

Los nuevos mandatarios deberán tener en cuenta que la oferta de desayunos escolares ha sido una de las estrategias que se ha venido aplicando para estimular el acceso y la permanencia de los estudiantes en las aulas, puesto que “Se ha comprobado que la alimentación escolar es uno de los aspectos que contribuye a incrementar la permanencia de los niños en el sistema escolar, disminuyendo los índices de deserción”, es lo que dice el Ministerio de Educación en sus documentos oficiales.

Está demostrado que muchos infantes se interesan en acudir a los establecimientos educativos gracias al beneficio del desayuno escolar que escasea en sus casas. Se le suma a ello la contribución que este programa hace al mejoramiento de la nutrición.

Si miramos los datos de la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia, realizada en 2010, el Tolima aparece en el décimo lugar entre las entidades territoriales con prevalencia de anemia en niños entre uno y cuatro años de edad. Qué doloroso.

Por ello, debemos estar atentos en el próximo cuatrienio a que los recursos financieros destinados para alimentación escolar, se incrementen en los presupuestos estatales, lo cual debe seguir siendo una prioridad controlada por la ciudadanía, porque es problema de todos.

tatianarojasoviedo34@gmail.com

Comentarios