El desarrollo humano

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Al finalizar el año, distintas entidades y organismos nacionales e internacionales nos entregan información sobre muchos aspectos de la vida de las personas y de los países. En los últimos días hemos conocido informes sobre competitividad y las Naciones Unidades (Pnud) ha puesto en circulación el Informe sobre Desarrollo Humano y el correspondiente índice que aún no ha sido desagregado en cuanto a la situación de las entidades territoriales (Departamentos y Municipios).

Creo que a los nuevos líderes políticos que comienzan su mandato el 1 de enero del 2016, les queda la tarea de leer con mucha atención estos documentos y principalmente los nuevos Objetivos del Desarrollo Sostenible que ahora son 17 y no ocho como los Objetivos de Desarrollo del Milenio que acaba de pasar.

Sin duda, muchos de estos objetivos deberán convertirse en metas a desarrollar en los planes de desarrollo para el cuatrienio 2016- 2019.

Por su parte, el Informe de Desarrollo Humano 2015, “Trabajo al servicio del desarrollo humano”, trae fundamentos teóricos y de política pública que bien sirven de referencia en los momentos de planificación de mediano plazo que debe realizarse en el primer semestre de 2016.

Plantea el documento al cual me estoy refiriendo, que el Desarrollo Humano debe, por lo menos, plantear acciones de intervención sobre siete grandes dimensiones, las relacionadas con la “mejora directa de las capacidades humanas”: Vida larga y saludable para las poblaciones de cada país y región; conocimiento que se logra a través de procesos de formación educativa y nivel de vida digna.

El otro grupo de dimensiones van dirigidas a la “creación de condiciones necesarias para el desarrollo humano”, a través de la participación de las personas en la vida política y comunitaria; de la sostenibilidad ambiental; la seguridad humana y de los Derechos Humanos y la “Promoción de la igualdad y la justicia social”.

Son dimensiones del desarrollo humano que se traducen en el indicador “Índice de Desarrollo Humano”, que se suma a tantos otros índices con los cuales se pretende evaluar el bienestar de las personas y el desempeño de los mandatarios de nuestros entes territoriales.

Hay conceptos interesantes en este nuevo informe del Pnud de las Naciones Unidas. Se plantea, el dilema entre atender prioritariamente la riqueza humana o poner la mirada y las acciones gubernamentales hacia el logro de la riqueza de las economías. Concuerda este planteamiento con el que hace la filósofa norteamericana Martha Nussbaum en su libro “Sin ánimo de lucro”, al hacer el análisis de las crisis mundial de la educación. Dice Nussbaum que hay una crisis mundial silenciosa en la educación porque los gobiernos y “en casi todas las naciones del mundo se están erradicando las materias y las carreras relacionadas con las artes y las humanidades “para darle paso a la formación utilitaria y práctica de las ingenierías, las disciplinas tecnológicas, la economía, las ingenierías. (2010, p.21).

De la misma manera, el informe de Desarrollo Humano dirige la mirada a la riqueza humana a través de la reducción de la pobreza, de la igualdad de género y de otras acciones relacionadas con el trabajo digno.

Comenzar por el logro de que no exista el trabajo en condiciones de explotación, del trabajo infantil, de trabajadores y empleados que son víctimas del acoso laboral que hay que recordar que también se puede dar entre compañeros del mismo nivel en la organización, o que devengan salarios de explotación, por ejemplo. Buscar el trabajo en condiciones dignas.

Finalmente en nombre de mi esposo Luis Eduardo Chamorro Rodríguez, de mis hijos Jonathan Iván y Libia María del Mar Mejía Rojas y en mi nombre, deseo a todas las familias una feliz Navidad, llena de paz, amor y unidad familiar y un Nuevo Año, próspero, muy próspero.

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