Después de la Navidad, llega la celebración de un nuevo año. Tiempo generalmente utilizado para soñar con el futuro del país, de nuestra ciudad, de nuestras vidas en familia y en el trabajo.
Cada cual tendrá su propia percepción sobre el futuro deseable y lo expresará de diferentes maneras: como propósitos, como retos, como actividades a ejecutar en el curso del año que comienza.
Establecer tres categorías para elaborar el listado de propósitos: Propósitos nacionales, regionales y personales.
Para mi país deseo la paz en los términos que se pacten en La Habana con las Farc, porque confío en que unos y otros están pensando en una Colombia mejor, desde sus perspectivas políticas. Mi primer propósito, entonces es el de votar el plebiscito nacional con el cual se avala lo pactado en La Habana y apoyar cuanta acción esté dirigida a hacer posible el postconflicto. Como ciudadana puedo hacer mucho por la paz de Colombia.
Un segundo propósito va en la dirección de que nuestro país cambie, se transforme, al redireccionar los recursos estatales que actualmente se utilizan en la guerra, hacia el desarrollo social y económico simultáneamente. Focalizar las inversiones hacia la educación y la salud. Convertir en realidad lo de “Colombia la más educada”. Como educadora, en las aulas de la Universidad del Tolima mi propósito es conectar a mis estudiantes hacia la formación humana, centrada en la convivencia para que unos y otros aprendamos a vivir juntos, combinando la formación teórica con las prácticas propias de una sociedad que vive en paz; disminuir la brecha entre lo teórico y lo práctico, solo de esa forma se podrán formar profesionales competentes en su campo de desempeño.
Para el Tolima e Ibagué deseo el éxito en el mandato del nuevo Gobernador y de cada uno de los alcaldes que comienzan un nuevo cuatrienio. Mi propósito será el de exaltar y argumentar, en esta columna, sobre lo bueno que cada uno de los mandatarios haga por el desarrollo social, cultural y económico de cada una de las entidades territoriales. De Óscar Barreto, como gobernador, y de Guillermo Alfonso Jaramillo, como alcalde de Ibagué, espero que hagan mucho por el mejoramiento de la oferta educativa en todos los niveles y por la condiciones dignas de nuestros estudiantes de educación básica, media, técnica y superior.
Personalmente uno de mis propósitos sigue siendo crecer intelectualmente, alcanzar la cumbre del doctorado en Educación que ya finalizo en Rudecolombia-UT, (la red de 10 universidades que lo ofrecen en igual número de universidades colombianas).
¿Y ustedes ya cuentan con los suyos para el nuevo año? Sería conveniente programarse para hacer lo que más se ama, más se disfruta, para así, obrar con pasión; evitar miles de cosas que no suman pero si agotan innecesariamente; asumir nuevas actitudes intensamente diferentes, enriquecer la vida de los otros a partir del respeto, buen trato, de la impronta que como tolimense debe marcar la diferencia, evitar vivir la vida de los demás; evitar los rumores malsanos generadores de odios, cada quien deberá planear el hacer las cosas bien, hacer cuanto le corresponde sin que requiera vigilancia, así, todo marchará según lo planeado.
Coletilla: ¡¡¡Feliz Año Nuevo para todos!!!
tatianarojasoviedo34@gmailmail
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